Abre tus posibilidades

Confía en la magia de Dumbar el Curandero.
Confía en la magia de Dumbar el Curandero.

Frase del día: De las promesas espera actos porque las palabras se desvanecen como arena en las manos.

Mereces un ascenso; pero tu jefe te odia, ¡sáltatelo!

Estudiaste mucho; pero a tu profesora no le importa, ¡sáltatela!

Este ritual es justo para eso y necesitarás:

  • Un limón grande
  • Aceite de oliva
  • Canela en polvo y en vara
  • Pétalos de flores o hierbas secas
  • Azúcar
  • Una veladora blanca
  • Un platón blanco y grande, procura que esté seco y limpio

1.- Toma el plato, traza un círculo usando el aceite de oliva, después traza otro círculo menor con la canela en polvo y por último, un círculo más pequeño con el azúcar.
Mientras los trazas piensa en todo aquello que te ha impedido avanzar hacia dónde quieres llegar, piensa en “esa puerta” que está cerrada para ti ahora.

2.- Rellena el círculo de azúcar con las flores o hierbas secas y piensa en todo el esfuerzo, tiempo, dedicación y amor que has puesto para cumplir esa meta en específico.
Después coloca la vela blanca en medio de los 3 círculos y sobre las hierbas y flores.

3.- Ahora toma el limón y pártelo en cuatro rodajas similares a las que usa la gente extraña en las micheladas. Este ritual va dedicado a los cuatro rumbos, así que los saludaremos con el respeto que se merecen.
Toma la vara de canela y repite girando con tu varita de canela en la mano izquierda según el viento:
“Ometeotl. Tlahuiztlampa, In Calli Quetzalcóatl, Viento del Oriente,
casa de la Luz, inteligencia humana.
Honro y agradezco al Viento del Oriente,
invoco las Fuerzas Cósmicas de la Luz
para que iluminen mis caminos.

4.- “Ometeotl. Cihuatlampla, In Calli Xipe Totec, Viento del Poniente,
casa de las Mujeres Guerreras,
lugar donde se origina el cambio en los seres humanos.
Honro y agradezco al Viento del Poniente,
invoco las fuerzas cósmicas de la transformación y el cambio
para que yo pueda evolucionar y crecer desde el amor.
“Ometeotl. Mictlampa, In Calli Tezcatlipoca, Viento del Norte,
casa de la sabiduría, lugar de los orígenes,
lugar de los ancestros.
Honro y agradezco al Viento del Norte,
a todo aquello que nos ha antecedido y ha dado vida.
Invoco la sabiduría de los Ancestros
para llegar adonde debo en paz y armonía.
“Ometeotl. Huiztlampa, In Calli Huitzilopochtli, Viento del Sur,
casa de la Voluntad, lugar del propósito del destino.
Honro y agradezco al Viento del Sur,
invoco la voluntad de propósito, la claridad del intento,
para cumplir de manera perfecta
con mi destino personal y colectivo.”

5.- Ahora eleva la varita de canela al cielo y repite:
“Ometeotl. Ilhuicatl, Corazón del Cielo, Corazón del Universo.
Honro y agradezco a todo lo Celeste,
que su bendición me permita abrir
cada puerta con luz y agradecimiento
Ahora eleva la varita de canela al suelo y repite:
“Ometeotl. Tonantzin, Divina Madre Tierra, te honro y agradezco por el alimento, el cobijo y el sustento que me brindas. Te invoco aspirando a la fraternidad, el respeto, la tolerancia y la justicia .”
Ahora pon la varita de canela sobre tu pecho y repite:
“Ometeotl. Desde Yollotl, el centro de mi corazón,
vibrando en amor, honro el corazón de todos,
aspirando a la Reconciliación de los Opuestos
en el camino del centro,
que es el corazón de todo y de todos.”

6.- Ahora parte tu varita en cuatro y coloca cada trozo en forma de cruz teniendo en cuenta que el corazón es la veladora.
Después toma los cuatro cachitos de limón y colócalos sobre el platón junto a cada trozo de varita de canela.
Préndela y mira fijamente la luz de la veladora visualizando con toda tu energía la puerta que se abre ante ti.
Ahora espolvorea un poco de canela en polvo y azúcar junto al pabilo y agradece a los cuatro rumbos su presencia y ayuda.

7.- Dejarás todo allí hasta que los limones se sequen, ya que toda la energía que esté en contra de tu llegada a la meta se quedará atrapada en ellos.
Cuando se hayan secado, tira todo en un cruce de caminos sin mirar atrás. No te convertirás en sal, pero procura no voltear.
Repite este ritual por meta a cumplir, ya que toda la energía que se libera alcanza sólo para un propósito.




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