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El miércoles, la zona metropolitana de Zacatecas-Guadalupe experimentó dos movimientos sísmicos.
ZACATECAS.- Aunque tradicionalmente se considera que Zacatecas es una zona de baja actividad sísmica, los registros históricos demuestran que los sismos no son inéditos en el estado.
Felipe de Jesús Escalona, responsable de la Red de Sismógrafos de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), explicó que eventos como los registrados el martes pasado forman parte de un fenómeno natural con antecedentes que datan desde el siglo XVI.
El miércoles, la zona metropolitana de Zacatecas-Guadalupe experimentó dos movimientos sísmicos.
El primero ocurrió a las 7:07 a.m., con una magnitud de 3.1 y una profundidad de 7.8 kilómetros. Veinte minutos después, se reportó un segundo sismo de magnitud 2.3 y 7 kilómetros de profundidad.
Según Escalona, ambos son ejemplos de “sismicidad intraplaca”, que ocurre lejos de los límites tectónicos y cuya causa aún no está completamente comprendida.
En cuanto a los registros históricos, el Escalona destacó que el sismo más fuerte en Zacatecas ocurrió en abril de 1848, con una magnitud de 6.2.
Desde entonces, la mayoría de los eventos registrados en la región han sido de baja magnitud, generalmente menores a 3.
Sin embargo, estas sacudidas esporádicas demuestran que el estado no es ajeno a la actividad sísmica.
Hasta el momento, el número de sismos registrados este año en Zacatecas no ha sido determinado debido a un fallo eléctrico que afectó la Red de Sismógrafos a finales de 2024.
Actualmente, los equipos están en proceso de restauración y reconfiguración para retomar el monitoreo y análisis detallado.
Escalona señaló que los epicentros de los recientes sismos se encuentran cerca del sistema de fallas San Luis-Tepehuanes, que atraviesa Zacatecas e incluye estructuras mineras como Veta Grande y Mala Noche.
Sin embargo, aclaró que estos movimientos no están relacionados con actividades humanas, como la minería, debido a las profundidades a las que ocurrieron.
Ante la posibilidad de futuros sismos, el especialista recomendó a la ciudadanía mantenerse informada a través de fuentes oficiales y atender las indicaciones de Protección Civil.
“Aunque los sismos no se pueden predecir, conocer el fenómeno y su comportamiento nos ayuda a estar preparados”, concluyó.
La Red de Sismógrafos de la UAZ, con nueve dispositivos operativos, seguirá trabajando para monitorear y comprender mejor la actividad sísmica en el estado, aportando datos clave para la prevención y preparación.