Virginia lucha por sobresalir en una profesión creada para hombres

Para Virginia Flores  la Ingeniería Química es su pasión. Foto: Miguel Alvarado.
Para Virginia Flores la Ingeniería Química es su pasión. Foto: Miguel Alvarado.

Una ingeniera química que, en un ámbito creado por y para hombres, logró encontrar un motivo para ser feliz y además, ayudar a que más mujeres incursionen en el mundo de la ciencia.

Un juego de química fue el regalo perfecto para Virginia Flores, una ingeniera química que, en un ámbito creado por y para hombres, logró encontrar un motivo para ser feliz y además, ayudar a que más mujeres incursionen en el mundo de la ciencia.

En un pequeño poblado de Xalapa, Veracruz, a los seis años descubrió que se quería dedicar al mundo de la química, en un contexto donde las mujeres solo podían estudiar hasta el nivel de secundaria, para luego aprender labores “propias del género”: lavar ropa, cocinar y planchar.

Las mujeres sirven para ser lo que quieran ser, mecánicas, ingenieras, electricistas, amas de casa, lo que quieran, lo van a hacer”, asegura.

Por fortuna, sus padres siempre la apoyaron y aunque debía viajar por horas para llegar a la universidad, logró terminar la carrera de Ingeniería Química. Pero no conforme con eso, realizó un posgrado y doctorado, pues está convencida que siempre hay algo más que aprender.

Hace 16 años llegó a Zacatecas y tuvo la oportunidad, aunque no fue sencillo, de entrar como docente e investigadora a la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).

Ingeniería Química, un mundo de hombres

Cuenta que a su llegada se enfrentó a bastantes pruebas y peleas constantes con directivos, docentes y rectores, pues “nadie quiere que en un círculo cerrado de hombres, entre una mujer y les diga que las cosas se pueden hacer mejor”.

Con Virginia, solo eran dos mujeres las que laboraban en la institución, pero lo que las mantuvo en su lucha fue saber que solo esas dos mujeres abrirían el paso para nuevas generaciones.

Actualmente el 31% de los estudiantes de Ingeniería Química son mujeres, quienes cada día tienen mejores oportunidades de estudio, aunque persiste el machismo y misoginia, asegura Virginia Flores.

El mayor logro que encuentra es saber que las mujeres están consiguiendo cosas grandes, que luego de egresar sus estudiantes le llaman y le cuentan que trabajan, incluso, en otro país.

Una rebelde de la ciencia

Cuenta que actualmente tiene colaboraciones académicas en otros estados de México y en universidades de otros países. Además, se le ha invitado a proyectos en otras universidades; sin embargo, la UAZ no le aprueba los permisos, aunque no es problema para ella porque logra acudir.

Entre risas y un brillo peculiar en su mirar, Vicky, como es conocida, acepta que de los grupos en los que está al frente, las mujeres tienen mayor potencial académico, aunque le cueste admitirlo a los hombres.

Las mujeres somos más empáticas, ordenadas, perseverantes y luchonas, tengo jóvenes talentosas que se aferran a sus metas y aquí las han conocido”, asegura.