
Sigifredo Noriega Barceló, obispo de Zacatecas. | Foto: Cortesía.
El Episcopado Mexicano se suma a la indignación por el asesinato de un menor de 3 años en el interior del Templo de Nuestra Señora de Guadalupe, en Fresnillo.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se suma a la indignación por el asesinato de un menor de 3 años en el interior del Templo de Nuestra Señora de Guadalupe, en Fresnillo, cuando un hombre era perseguido por hombres armados, indicó Sigifredo Noriega Barceló.
Dicho manifiesto es una petición a las autoridades correspondientes, debido a que la situación de violencia es imparable, y lamentó que estos hechos demuestran que no existe autoridad pública ni privada que pueda contener la violencia, dijo el obispo de Zacatecas.
Pues se debe considerar que este problema lleva varios años y se debe tener conocimiento de quienes originan estos actos violentos, como se debe actuar y si las estrategias que se aplican no funcionan, que se revise otras opciones.
“Sabemos que se trabaja, pero hay que hacer algo más. Debemos saber en lo básico que hacer, si una estrategia no da resultado hay que cambiarla, hay que actuar de manera sensata, inteligente, con justicia y caridad”, puntualizó el obispo.
Mencionó que hay unión de la Diócesis con el pueblo de Fresnillo, en donde se cuenta con 15 parroquias, 7 de ellas en la zona rural, y cuyos sacerdotes han expuesto su punto de vista sobre esta situación, buscando una solución y no culpables.
Opinó que estas situaciones ponen en alerta a los ciudadanos y provoca miedo, pues significa que la violencia sigue sin contenerse, pues quienes cometen estos homicidios lo único que buscan es cumplir su objetivo sin importar los daños colaterales y el lugar donde se encuentren las personas.
Por lo que se debe tener cuidado en los templos religiosos de quienes ingresan pues hay situaciones en las que personas en estado de ebriedad o que padecen de sus facultades mentales entorpecen una celebración.