Salen y viajan en los camiones sin cubrebocas

Los usuarios respetan los espacios. Foto: Miguel Alvarado.
Los usuarios respetan los espacios. Foto: Miguel Alvarado.

Los choferes prefieren ignorar esta disposición que pelear con los usuarios.

ZACATECAS.- A pesar de que con la “Nueva Normalidad” es necesario el uso de cubrebocas, varios ciudadanos hacen caso omiso de ello tanto en la calle como en los camiones de transporte público.

Este lunes se registró una afluencia considerable de personas en la zona conurbada Guadalupe-Zacatecas, muchos de ellos sin cubrebocas.

En el caso del transporte público hubo mayor movilidad de usuarios, en las unidades se respetaron los asientos vacíos; sin embargo varios de los tripulantes viajaban sin cubrebocas.

Chuy, un chofer del transporte público dijo a Imagen que los lineamientos por parte de la Subsecretaría de Transporte continúan vigentes. Aunque no se les debe permitir el ingreso al camión a personas sin cubrebocas, los choferes deciden evitar “pelear con los usuarios”.

Nosotros sí lo usamos, algunos nos critican que lo usamos mal, pero aquí lo traemos, hay personas que ni traen pero no les decimos nada, no queremos pelear, si ellos no entienden, ¿nosotros como les vamos a hace entender?”, dijo Chuy.

El chofer de la ruta 16 compartió que este lunes se incorporaron más unidades de transporte público, por lo que en algunos camiones se pueden apreciar asientos vacíos. Compartió además que la mayoría de la gente que se sube es en la colonia La Condesa y se bajan en el centro histórico y los supermercados.

El conductor dijo que en la ruta se suben principalmente jóvenes y adultos, pero también se ha percatado que familias enteras hacen uso del transporte, desde bebés y muchos de ellos sin ningún tipo de protección y no se les puede negar el servicio.

Chuy aseguró que continúan los filtros por parte de la Subsecretaría de Transporte Público y la Secretaría de Salud (SSZ), sin embargo, se han relajado a lo largo de los meses, ya que cuando inició la pandemia en Zacatecas las revisiones eran constantes durante toda la semana, “actualmente solo nos tocan dos o tres por semana”, agregó.