Rinden homenaje al Obispo Emérito, don Fernando Chávez

A su despedida acudieron todos los integrantes de la Diócesis. | Fotos: Cortesía.
A su despedida acudieron todos los integrantes de la Diócesis. | Fotos: Cortesía.

Don Fernando Chávez fue ordenado el 20 de marzo de 1999 y su lema fue “Con María siervo de Jesucristo”.

ZACATECAS.- La Catedral Basílica de Zacatecas, es el recinto donde se le dio el último adiós y ahora descansan los restos del Obispo Emérito Fernando Mario Chávez Ruvalcaba.

Sigifredo Noriega Barceló, Obispo de la Diócesis de Zacatecas fue el encargado de dirigir las honras fúnebres, quien señaló que hace 70 años no se celebraba un funeral para un Obispo en esta catedral.

“No es muy frecuente que muera un Obispo” y añadió que la última vez que concelebró una celebración religiosa con Fernando Mario Chávez fue el 16 de julio en la ordenación de diáconos.

“Don Fernando, por su edad, por sus achaques concomitantes, por lo debilitado que habían quedado sus pulmones después de haber vencido al Covid, ya esperábamos la hora, no sabíamos el momento, el paso, el tránsito, como decíamos antes, es doloroso, como todo parto”.

Explicó Noriega Barceló que morimos en el tiempo para nacer en la eternidad, comentó también que ante la problemática que se está viviendo en los últimos meses, por el Covid-19, donde pareciera que quienes se contagian mueres solos, no es así, ya que la iglesia los abraza.

En la emotiva ceremonia sus restos fueron sepultados en la Catedral Basílica de Zacatecas.

Dijo del Obispo emérito, que el 20 de marzo de 1999 cuando fue ordenado eligió como su lema “con María siervo de Jesucristo”.

Empezó con su fe desde el día del bautismo a finales de 1932, comentó, hasta el 15 de septiembre de este 2021 que perdió la vida a causa del Covid-19.

“Claro que nos duele la separación, somos seres humanos, recibimos tanto de él, su presencia, su cercanía, su ser y presencia de Dios para servir”.

Noriega Barceló comentó que sigue para él la vida eterna, y explicó a sus familiares, amigos, que Don Fernando cumplió su misión, por lo que les pidió seguir unidos.

Al concluir la celebración religiosa, el féretro con los restos del Obispo Emérito fueron trasladado en procesión de sacerdotes a la cripta que se encuentra a los pies del altar de San José, en la nave sur de la catedral, mientras amigos, familiares y feligreses lo despedían con aplausos.