Por pandemia, costureros zacatecanos dan un giro a su negocio

Foto: Miguel Alvarado.
Foto: Miguel Alvarado.

Por la pandemia, costureros zacatecanos tuvieron que cerrar sus empresas, sin embargo, la creación de cubrebocas les abrió una posibilidad de ingresos.

ZACATECAS.- Es muy frecuente que las personas tengan en su closet decenas de prendas de ropa que no usan, lo que se debe a que algunas están rotas o la talla de las mismas no es la adecuada.

El objetivo de los costureros es darles una segunda vida a dichas prendas o ajustarlas a las medidas adecuadas.

Estas personas resultan ser de gran utilidad, ya que evitan que la ciudadanía gaste grandes cantidades de dinero en nueva ropa.

A pesar de ello, algunos costureros zacatecanos se han visto afectados por la pandemia de Covid-19, ya que los ingresos disminuyeron radicalmente.

Foto: Miguel Alvarado.

Por esto, han tenido que darle un giro a su negocio, creando productos que son relevantes hoy en día como los cubrebocas, a fin de balancear los ingresos.

Tal es el caso de Fátima Yadira Landín Baltazar, costurera zacatecana quien se ha adecuado a la crisis sanitaria, de modo que su talento y gusto de coser lo emplea para elaborar tapabocas.

Fátima compartió para Imagen que, derivado de la pandemia, tuvo que cerrar su negocio 2 meses, por indicaciones de la Secretaría de Salud.

Cubrebocas, una solución

No obstante, tras volver a abrir disminuyó el trabajo en un 40%, entonces, al elaborar cubrebocas sabía que le iba a ir mejor económicamente, por la importancia que tienen estos artículos actualmente.

Para ello, comenzó a comprar elásticos, tela de algodón, de tul y de franela para variar un poco con el diseño de cubrebocas.

Teóricamente sabía cómo hacer cubrebocas, pero nunca los había hecho, sin embargo, por su experiencia no le iba a resultar complicado.

Empezó por hacer tres decenas de cubrebocas, los cuales se le vendieron en tu totalidad, incluso sus clientes le solicitaron más.

El proceso de elaboración de estos artículos, explicó, es marcar la tela y cortarla con tijera, preferentemente, y después cocerla con la máquina.

Aunque pueda verse fácil, lleva su tiempo elaborar un cubrebocas porque debo medir exactamente la parte frontal para que no quede no le quede grande ni chico a la persona”, detalló.

El tiempo que demora para elaborar un cubrebocas es de 20 a 30 minutos, dependiendo del material y tamaño.

No obstante, la idea es hacer varios para que valga la pena el tiempo ejercido.

Lo que hago es tender una plancha de tela de varias capas, luego corto parejo para todos y al mismo tiempo van saliendo más cubrebocas. Entonces es cómo matar dos pájaros de un tiro”, expresó.

La costurera informó que compra alrededor de 10 metros de tela cada dos o tres semanas, lo que le alcanza para hacer alrededor de 250 cubrebocas.

Éstos los da a 25 pesos, de modo que le deja ingresos de 10 a 12 pesos por cubrebocas.

Realiza tapabocas una o dos veces por semana, dependiendo de la rapidez con la que los venda.

A veces cuando se me acaban vienen a encárgame más, pero se los tengo listos hasta unos días después, pero a veces sólo lo que hago en una semana es suficiente”, dijo.

Regreso al trabajo tradicional

Fátima Yadira aseguró que hasta el momento le ha funcionado elaborar cubrebocas.

Sin embargo, dijo estar preocupada ya que ha descuidado la elaboración de otras costuras que antes solía hacer.

Así mismo, comentó que las tiendas de tela se encuentran escasas de material, por lo que batalla para conseguir la tela o el elástico.

Foto: Miguel Alvarado.

Por ello, dijo que comenzará a coser lo que sabe, ya que se le están acumulando esos trabajos.

Tengo varias chamarras que les voy a acomodar el cierre y algunos pantalones que les tengo que acomodar la bastilla y no me quiero quedar atrás con eso”, comentó.

Fátima Yadira compartió que su gusto por la costura comenzó desde que estaba pequeña, gracias a que tenía la inquietud de elaborar sus propias prendas de ropa.

No obstante, aprendió por cuenta propia sin ir a alguna escuela o algún curso, sino básicamente de los trabajos en los que ha estado.

Estuve trabajando en una fabrica de ropa y ahí aprendí a usar la maquina recta industrial, es la más difícil de usar porque maneja cinco diferentes tipos de hilo al mismo tiempo; pero a partir de ahí se me facilitó el aprender otro tipo de máquina. Aprendí a cortar a sacar los patrones y a sacar las tallas”, compartió.

Actualmente tiene 12 años ejerciendo el oficio, pero a raíz de querer emprender, instaló su propio taller en el que lleva 4 años.

Las costuras que elabora son: bastilla, cierre de pantalón y de chamarra, ajuste de pierna y entubado, ajuste de blusa, parches y modificación de vestidos