Panaderías bajan su producción 45 por ciento

Optaron por reducir las piezas de pan debido a que este comenzaba a quedarse y se desperdiciaba. Foto: Norma de Luna.
Optaron por reducir las piezas de pan debido a que este comenzaba a quedarse y se desperdiciaba. Foto: Norma de Luna.

Optaron por reducir las piezas de pan debido a que este comenzaba a quedarse y se desperdiciaba.

Debido a las bajas ventas, en las panaderías optaron por reducir hasta en un 45% su producción para evitar mayores pérdidas.

Los encargados dijeron a Imagen que optaron por reducir las piezas de pan debido a que este comenzaba a quedarse y se desperdiciaba todo el trabajo que ello conlleva.

Comentaron que desde que inició el confinamiento las ventas van a la baja y consideraron que de nada sirve que los hayan considerado como de primera necesidad, pues la gente no los ve así.

Rosario, encargada de una panadería, narró que al inicio de la pandemia las ventas eran normales, pero con el cierre de calles, la falta de empleos y el miedo, las cosas ya no son lo mismo.

“Desde que nos cerraron las calles ya no es igual, a cierta hora ya no pasa gente y ya difícilmente se vende más de lo que sacó en las mañanas”, explicó.

Aunque reconoció que por fortuna son un giro que se mantiene, pues a diferencia de otros comercios en sus planes no está cerrar.

En esta panadería trabajan alrededor de 20 personas, entre panaderos, empleados de mostrador, cajeros y encargados de la limpieza y, aseguró que aunque las ventas no son las mismas no van a despedir al personal.

“Hasta ahorita hemos trabajado con la misma gente que hemos tenido desde siempre, no vamos a despedir a nadie; juntos nos vamos a mantener hasta ver qué procede”, aseguró.

Ricardo, quien atiende todos los días una panadería, explicó que en esta época una pieza de pan pasa a segundo término, pues la gente debe asegurar primero las comidas.

“Es que ya el pan es como un lujo, una conchita o una dona no es esencial y a falta de dinero, se prioriza”, compartió.

Mencionó que llegó a esta conclusión por los propios comentarios de sus clientes y de los tienderos a quien surte piezas, manifestó que no hay día que no se queden bolillos en las tiendas.