Niño Dios de Zóquite, convertido en un fenómeno mundial

El Niño Dios de Zóquite mide más de 6 metros de altura. Foto: Miguel Alvarado.
El Niño Dios de Zóquite mide más de 6 metros de altura. Foto: Miguel Alvarado.

Para la construcción del templo y el Niño Dios, los habitantes de Zóquite y comunidades migrantes reunieron poco más de 6 millones de pesos.

GUADALUPE.- Aún no recibe su consagración y el Niño Dios de Zóquite ya goza de fama internacional. La razón: ser el más grande el mundo y tener parecido con artistas de la cultura pop como el cantante inglés Phil Collins y el actor americano Nicolás Cage, aunque hay quién también le encuentra parecido con el luchador de origen zacatecano El Perro Aguayo.

Su llegada al templo de la Epifanía del Señor el pasado 18 de noviembre provocó furor mundial gracias a las redes sociales y medios de comunicación nacionales e internacionales como la revista Rolling Stone en la Unión Americana, El País en España y El Clarín en Argentina, por mencionar algunos.

La imagen también acaparó la creación de memes que en algunos casos provocaron risas y en otros una legítima indignación por burlarse de algo tan sagrado para los habitantes de Zóquite.

niño-dios-zoquite

Sin embargo, detrás de la imagen del Niño Dios gigante, también hay una historia de proporciones similares que involucran a una comunidad que no conoce los límites cuando se trata de conseguir sus objetivos.

Antes de imaginar al Niño Dios pensaron en un templo nuevo, pues el que tenían les quedó chico y se dieron a la tarea de recabar 6 millones de pesos con actividades como kermeses, bailes y eventos deportivos.

El proyecto lo inició el padre Manuel Haro en 2010, pero lo dejó a medias cuando se fue de la iglesia. Luego, en 2016, lo retomó el nuevo párroco Humberto Rodríguez, quien tuvo la idea de mandar hacer la imagen del niño con artesanos de Chimalhuacán, en el Estado de México, la cual tuvo un costo de 218 mil 600 pesos.

Un pueblo que piensa en grande

Sorprendido por el revuelo que causó el Niño Dios, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló sólo tiene palabras de reconocimiento para los habitantes de Zóquite a quienes considera como “gente que piensa en grande”.

Elogia la disciplina y voluntad de la comunidad, por lo que pide respeto para la imagen, la cual fue objeto de burlas mediante memes y aclara que su creación es una muestra de fe, que va más allá de lo artístico y lo estético.

Zóquite es la segunda comunidad más grande del municipio de Guadalupe, en la que habitan más de 4 mil habitantes.
Basta con caminar sus calles y cruzar las primeras palabras con las personas para conocer sus características.
La primera: Devotos católicos.

Así lo demuestra la gran cantidad de imágenes religiosas en las casas y en los negocios, así como los pequeños que acuden a estudiar el catecismo, sentados en la escalinata del nuevo templo de la Epifanía del Señor.
La segunda: limpios, como su plaza principal y sus calles.

NIÑO-DIOS-ZACATECAS
Foto: Miguel Alvarado.

La tercera: trabajadores, como la señora Pascuala Mauricio González, madre de una de las candidatas a reina de las fiestas patronales, quien ha dedicado lo que va del año a cocinar alimentos para venderlos y recabar fondos.

Cuenta que le causa satisfacción aportar un granito de arena para la construcción del templo, que ya quiere ver terminado.

“Mi motivación es tener una iglesia digna y cómoda para que Dios nos bendiga siempre que pueda”, dice emocionada.

Esa ilusión la comparte con otras personas como María Guadalupe, dueña de una tortillería, quien asegura que con gusto ha donado los kilos de masa que han sido necesarios.

Esto, agrega, la hace sentir bien porque está ayudando a Dios, quien nunca la ha dejado de su mano.

“Yo con lo que pueda apoyar encantada, como tengo tortillería, se me facilita donar unos cuantos kilos de masa”, explica.

 

La comunidad espejo en EU

Conseguir más de 6 millones de pesos para un templo nuevo y una escultura gigante no ha sido fácil. En promedio la comunidad ha trabajado intensamente en la realización de eventos durante 10 años.

En esta tarea los migrantes radicados en Estados Unidos han jugado un papel fundamental, pues las actividades que se hacen en Zóquite, los paisanos las reproducen en el país vecino y mientras en el pueblo recaudan pesos, allá lo hacen en dólares.
La fórmula es simple. Luego de las fiestas del 7 de enero los integrantes del Comité Parroquial de la comunidad, eligen a dos candidatas a reina jóvenes, de las cuales, solo la que recaude más dinero será coronada.

NIÑO-DIOS-ZACATECAS
Foto: Miguel Alvarado.

También eligen a dos niñas con la misma dinámica, para que las familias puedan recaudar fondos todo el año, apoyadas por el resto de la comunidad.

Esto mismo se hace en Estados Unidos con personas originarias de Zóquite radicadas principalmente en Texas y New Jersey.
En la comunidad todos los domingos hay dos misas: una a las 7:30 de la mañana y otra a la 1:00 de la tarde, por lo que al terminar la ceremonia religiosa las personas instalan sus puestos de comida. Todo lo recaudado va directamente al Patronato Parroquial.

Quienes no pueden participar directamente también apoyan con aportaciones en especie, ya sea con un litro de aceite, un kilo de tortillas o una bolsa de sopa. Aquí, nada se desaprovecha.

Para la construcción del templo también se han recibido aportaciones en especie como bultos de cal y cemento, mármol y sobre todo, mano de obra de personas que saben hacer trabajos de albañilería y que laboran de manera gratuita.

Adicionalmente, se reciben aportaciones en efectivo, pero esto queda casi en exclusiva para los migrantes, quienes movidos por su fe y el amor por su tierra, envían remesas para ser parte de este proyecto comunitario.

NIÑO-DIOS-ZACATECAS
Foto: Miguel Alvarado.

Además, el pueblo está organizado en gremios divididos en: profesionistas, constructores, ejidatarios, pastores, comerciantes, agricultores, contratistas, deportistas, coros y la Cofradía del Sagrado Corazón.

Esto es muy relevante, ya que las fiestas duran 12 días y cada gremio asume la responsabilidad de organizar las actividades de un día de feria.

La candidata joven y la niña que más dinero recaba son coronadas el 25 de diciembre, día en que inicia la feria de la comunidad.

Luego del 7 de enero nuevas candidatas a reina son elegidas y todo vuelve a empezar.

Cabe destacar, que la comunidad también comenzó a celebrar la Asunción de la Virgen María el 14 de agosto, fiesta que dura 9 días y que permite intensificar las actividades para recabar fondos.

 

¡Respeten!

La intención de los habitantes de Zóquite era tener una imagen que despertara el interés de los visitantes, pero ahora se dicen sorprendidos por la fama mundial del Niño Dios, lo cual ha sido considerado en serio y en broma como su primer gran milagro.
Pese a esto, hay personas que no ocultan su molestia debido a que para ellas, es una falta de respeto las burlas que muchos han hecho de la imagen.

Adriana Ramírez comenta que le dan mucho coraje los malos comentarios y los memes del Niño Dios, ya que lo importante es la fe que haya en las personas, no el tamaño de una estatua.

“Para mí que los que ponen muchas cosas en el face son los de Tacoaleche, porque nos tienen envidia”, dice de los habitantes de la comunidad vecina, también famosa por albergar a otra celebridad de la religión Católica: El Niño de las Palomitas.

Manuel Rodríguez, presidente del Comité Parroquial de la comunidad, asegura que las críticas no tienen importancia, pues respeta las opiniones de los demás.

“Nosotros no pensamos que la imagen nos valla a salvar, los que creemos en Dios sabemos que lo que nos salva son nuestras obras, cómo nos portamos y qué hacemos ante la comunidad”, explica.

NIÑO-DIOS-ZACATECAS
Foto: Miguel Alvarado.

Sin embargo, dice que al tratarse de una imagen de carácter religioso las personas no deberían bromear, ya que son temas delicados que hieren a los feligreses.

Verónica Ortiz, quien tiene una tienda de abarrotes no oculta su orgullo por formar parte de esta comunidad, pues la gente se caracteriza por trabajar unida, de ahí que el Niño Dios y su nuevo templo sea ejemplo de lo que son capaces de hacer.

Jesús González, quien también tiene una tienda de abarrotes, reconoce que él no apoya en las actividades de la iglesia, no obstante, sí le conmueve tener un templo de ese calibre.

“Pues yo no me meto mucho en los asuntos de la iglesia, pero está bien si otra gente quiere andar ahí; hay que respetar”, considera.

NIÑO-DIOS-ZACATECAS
Foto: Miguel Alvarado.