Jesús resucitado predica el perdón: obispo Sigifredo

Foto: Cortesía
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El obispo, invocó el Nuevo Testamento, de acuerdo con el cual, una vez que Jesús resucitó vino a sus apóstoles, a quienes entregó el Espíritu Santo y luego ascendió a los cielos.

ZACATECAS.- A lo largo de su homilía dominical, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, invocó el Nuevo Testamento, de acuerdo con el cual, una vez que Jesús resucitó vino a sus apóstoles, a quienes entregó el Espíritu Santo y luego ascendió a los cielos.

Noriega Barceló dijo que, ante lo maravillados que estaban sus discípulos, ninguno podía dar crédito a la reencarnación divina, luego de haber sido crucificado y muerto un par de días atrás.

Después de estar con ellos les entregó el Espíritu Santo, que cada uno de ellos recibió maravillado y les dijo que “a aquellos que se les perdonaran sus pecados, éstos les serían perdonados; a quienes no, no les quedarían perdonados”.

Noriega Barceló indicó que Tomás no estaba con ellos cuando Jesús llegó pero cuando lo hizo, los demás le dijeron: “Hemos visto al señor”, precisó.

“Tomás les respondió que si no lograba ver en las manos de Jesús la señal de los clavos, no lo creería ya que si no me meto mis dedos en los agujeros que dejaron en él los clavos o en su costado no lo voy a creer”, sostuvo.

Monseñor explicó que todo eso ocurrió justo ocho días después, durante la celebración de la Pascua, cuando los discípulos de Jesús se hallaban reunidos a puerta cerrada y Tomás estaba a su lado.

“Jesús se presentó entre ellos y les dijo: La paz esté con ustedes y, volviéndose a Tomás la refirió: Acá están mis manos, mete en ellas la tuya y no sigas dudando pero su discípulo le respondió: Señor mío y Dios mío”.

Ante ello, Jesús refirió: “Tu lo crees porque me has visto pero dichosos son aquellos que creen sin haber visto”, recordó el obispo zacatecano.

Fue así, indicó, como fue escrito que se trataba de Jesús, el Mesías, el hijo de Dios y para que creyendo tengan vida digna en su nombre, destacó.

De la misma manera, indicó que es por tal motivo, que desde entonces y, antes de ascender al cielo, Jesús hizo un llamado al perdón al enemigo, al hermano en tiempos de enormes dificultades como los actuales.

“Después de decir esto Jesús sopló sobre ellos y les dijo que a partir de ese momento recibirían el Espíritu Santo para el perdón de los pecados”.

El obispo añadió que a partir de entonces, se acostumbra a reunirse en asamblea su Iglesia para recibir, por medio de la Santa Eucaristía el espíritu divino por medio de lo que se ha dado en llamar la fiesta del cristiano, la fiesta del bautizado desde entonces.

“Se trata de la fiesta de la misericordia a causa de que el papa Juan Pablo II estableció en su momento el segundo domingo de Pascua como el de la Misericordia”, detalló.