Día de Muertos en Zacatecas 2023: Tres leyendas zacatecanas que debes conocer

Litografía de Zacatecas | Foto: Cortesía.
Litografía de Zacatecas | Foto: Cortesía.

La leyendas son consideradas parte del imaginario colectivo de una región y un tesoro inmaterial de los pueblos.

ZACATECAS.-  Las leyendas de Zacatecas representan un tesoro cultural que nos lleva a épocas pasadas a través de historias llenas de misterio y tradición.

Estas narraciones populares, se han transmitido de generación en generación, han perdurado en la memoria colectiva y ya forman parte esencial del acervo cultural zacatecano.

La leyendas son consideradas parte del imaginario colectivo de una región y un tesoro inmaterial de los pueblos, en esto radica su importancia y trascendencia.

Leyendas de Zacatecas que debes conocer

A continuación te mostraremos tres leyendas de Zacatecas, que se encuentran entre las más conocidas y se caracterizan por contener elementos sobrenaturales y simbólicos.

Ambas historias están ambientadas en la capital del estado y se desenvuelven en escenarios que posiblemente has conocido:

1. La calle de las Tres Cruces

Una de las leyendas más conocidas de nuestro estado es la de la Calle de las Tres Cruces, una historia que ha intrigado a lugareños y visitantes por generaciones. En el corazón de esta leyenda, encontramos a Don Diego de Gallinar, un noble caballero que vivía en una majestuosa casa en esa emblemática calle.

Don Diego era un hombre adinerado y respetado en la comunidad. Su sobrina, Beatriz Moncada, era su única familia y su mayor tesoro. Ambos compartían un lazo especial, lleno de cariño y complicidad. Sin embargo, Beatriz había capturado la atención de muchos pretendientes debido a su belleza y encanto, entre ellos la de Gabriel, un indígena que empezó a llevarle serenatas.

Un día Don Diego descubre el cortejo y echa a Gabriel de su casa. Este decide irse, pero Don Diego lo reta y en el forcejeo resulta herido con su misma espada. Al ver esto, uno de los sirvientes apuñala a Gabriel por la espalda. Beatriz al ver esta terrorífica escena cae desmayada desde el balcón y muere al instante.

Desde entonces, la Calle de las Tres Cruces se ha vuelto un lugar de misterio y leyenda en Zacatecas. Se dice que las almas de Don Diego, Beatriz y Gabriel aún vagan por las calles en busca de paz y redención.

2. El espejo francés

Matilde Cabrera era una talentosa pianista cuyas melodías embellecían el día de quienes pasaban por su casa. Enamorada de un caballero al que conoció en la iglesia, vivían un romance secreto, comunicándose a través de señas y gestos de amor.

Matilde colocó un espejo sobre su piano para poder ver a su amado reflejado en él mientras tocaba. Sin embargo, un día él partió repentinamente para unirse al ejército, dejando a Matilde esperando eternamente su regreso.

A pesar de la ausencia del amado, Matilde continuó tocando el piano con sonatas melancólicas, vestida y arreglada como si aún esperara su regreso. Con el tiempo, los vecinos la llamaron «la loca del espejo» debido a su persistencia en esperar a alguien que nunca volvería.

La leyenda de Matilde Cabrera es un testimonio conmovedor del amor perdido y la esperanza inquebrantable que perdura en el corazón humano. Su historia y su música quedaron grabadas en la memoria colectiva de aquel lugar.

3. La última confesión

Martín Esqueda, un sacerdote de pueblo en Zacatecas, llevaba una vida tranquila como párroco del templo de Santo Domingo. Los habitantes acudían a él en busca de confesiones, incluso a altas horas de la noche. Sin embargo, todo cambiaría en el año 1850.

Una noche, una anciana llegó a su puerta pidiendo una confesión para un familiar gravemente enfermo. Martín accedió y junto a la anciana se dirigió a una antigua casa cerca de la Plaza de Toros, donde un hombre enfermo descansaba.

Una vez dentro, Martín realizó la confesión sin contratiempos. Al día siguiente, se dio cuenta de que había olvidado su estola en la casa. Envío a dos emisarios para recuperarla, pero regresaron sin éxito, ya que nadie les abrió la puerta.

Decidido a recuperar su estola, Martín fue personalmente, pero no obtuvo respuesta. Finalmente, el propietario de las casas deshabitadas abrió la puerta y quedó sorprendido al ver al sacerdote. En el interior, encontraron la estola colgada en una estaca de madera, en medio de un escenario abandonado y deteriorado.

Este extraño suceso impactó profundamente a Martín, quien se vio afectado en su fe y en su vida. Poco tiempo después, enfermó y, tras varios años, falleció. La leyenda cuenta que nunca volvió a ser el mismo desde aquella última confesión.