Daniel, un padre con capacidades y amor únicos

Es un padre ejemplar para Emiliano. Foto: Cortesía.
Es un padre ejemplar para Emiliano. Foto: Cortesía.

Daniel tiene 40 años y su discapacidad fue resultado de un accidente dentro de una mina.

ZACATECAS. – “La paternidad debe ser deseada y una constante lucha por salir adelante, cuando tienes alguna discapacidad se presentan muchas más vicisitudes, pero si pudiera volvería a elegir ser papá”, expresó José Daniel Muñoz, un padre de familia con discapacidad motriz que se adapta a un mundo que no fue diseñado para todos.

Daniel tiene 40 años y su discapacidad fue resultado de un accidente dentro de una mina, lo que le generó la lesión medular a sus 22 años, situación que lo obligó a desplazarse en una silla de ruedas y así mismo, a readaptarse a un nuevo mundo.

El accidente en la mina cambió la vida de José Daniel Muñoz.

Actualmente trabaja en la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), es consejero y apoya a universitarios que, como él tienen alguna discapacidad, no está frente a un grupo, pero les apoya a cualquier situación que pudieran tener.

Daniel aseguró que al principio hubo complicaciones, pero su juventud le ayudó a aprender a hacer todo con más facilidad y cuando llegó su hijo, la vida le volvió a cambiar.

Su familia lo es todo.

Mi paternidad fue algo muy deseado, siempre lo busqué y con su llegada vino también ese instinto de padre que, aunque no hay instructivo para guiar, puedo decir que algún punto la discapacidad se va”, narró Daniel.

Los primeros años de la vida de su hijo Emiliano le fueron más sencillos puesto que su actividad era poca y con ello sus necesidades físicas; sin embargo, ahora aseguró que le ha costado mucho trabajo.

Recordó la tristeza que le daba cuando su hijo le pidió por primera vez que patearan juntos un balón, entre otras cosas que no podía hacer, y aunque siempre ha tenido el apoyo de su esposa, jamás suplirá el rol de un papá.

No es fácil ser un papá en silla de ruedas, nunca lo ha sido, ni lo va a ser, pero la comunicación, la honestidad y el aprender juntos hacen que, en cierta medida la discapacidad se vaya”.

Daniel agradeció a su esposa, a su hijo y a todas las personas que se han cruzado en su camino pues todos han colaborado a que juntos sorteen las dificultades.

Si pudiera dar un consejo a los hombres con alguna discapacidad que anhelan ser padres es que lo intenten, por cualquier medio que les sea posible. Hay muchas barreras en el camino, pero no hay que rendirse a la primera”, compartió.

Foto: Cortesía.