Alfonso Márquez, el primer umpire mexicano en las grandes ligas

Es el primer umpire mexicano que ha triunfado en las Grandes Ligas. Fotos: Archivo.
Es el primer umpire mexicano que ha triunfado en las Grandes Ligas. Fotos: Archivo.

Su anhelo es que otro mexicano tenga la oportunidad de llegar a las grandes ligas o que sea como él.

ZACATECAS.- Alfonso Márquez de la Torre es un ejemplo para los mexicanos y la comunidad migrante, pues a los 7 años salió de Zacatecas como indocumentado y hoy es el primer umpire mexicano que va por la temporada 22 en las Grandes Ligas.

A la fecha ha participado en dos Juegos de Estrellas, nueve Series Divisionales, tres Series de Campeonato y tres Series Mundiales.

Y, aunque dedicarse a la ingeniería o a la charrería también fue su deseo, hizo realidad su mayor sueño: ser umpire.

Oriundo de la comunidad La Encarnación, Villanueva, se describe como una persona sencilla, humilde y con mucha suerte de haber logrado cruzar la frontera con su madre y hermana para poder reencontrarse con su padre cuando apenas tenía 7 años de edad.

En su terruño le han reconocido su trayectoria.

El viaje

Alfonso, su padre, se había ido desde un año antes a los Estados Unidos, cuando les tocó el turno a él, a su hermana y su madre, reconoció que sintió mucho miedo a lo desconocido, porque morir nunca pasó por sus pensamientos.

“Mi papá ya tenía un año en Estados Unidos y nos estaba esperando, cuando cruzamos nos decían que nos fuéramos por acá y ahora corriéramos para allá, ya cuando cruzamos el coyote nos llevó a un cuarto donde había más gente… ahora hacer eso es mucho más difícil”, dijo.

El béisbol, un gusto heredado

Sobre su gusto por el béisbol dice que todo se lo debe a su padre, Alfonso, ya que desde que él era muy pequeño y aún vivían en Zacatecas lo llevaba al parque a ver los partidos.

Pero fue hasta que llegó a los Estados Unidos que le agarró el gusto al diamante “gracias a mi jefe jefe que era seguidor de Fernando Valenzuela de los Dodgers y que pudo conseguir los boletos”.

Cuando tenía 12 años, recordó, le gustaba ser el umpire en los juegos con sus amigos; desde entonces sentía una gran pasión y cariño por este deporte.

Satisfacción

“La mayoría de mis anécdotas son bonitas, sobre todo en mi primer juego donde pudieron estar mis papás, o que me hayan llamado al Juego de Estrellas, llevar a mi papá al viejo estadio de los Yankees”, comentó.

Recordó cuando en 2003, Karim García, beisbolista en ese entonces de los Yankees de New York, jugaba un campeonato de la Liga Americana contra los Medias Rojas de Boston, encuentro que convirtió al campo en un cuadrilátero y él no podía creer estar ahí.

Sacrificio

Aunque vivir su sueño es una experiencia que a él le agrada; estar lejos de su casa por ocho meses mientras dura la temporada, ya se volvió una costumbre. Incluso, desde que está en el béisbol profesional solo ha celebrado su cumpleaños tres veces.

Aunque reconoció que “son sacrificios que han valido la pena, porque de ahí sale para comer”. Descartó que sus hijos sigan sus pasos, pues el mayor es apasionado del futbol y el otro de la música.

Es por ello, que hoy, llegar a una edad en la que se pueda jubilar y retirar para disfrutar a su esposa y a sus hijos es uno de sus sueños, luego de haberse convertido en el primer mexicano jefe de cuarteta de umpires.

La gente lo reconoce por su trabajo.

El idioma, una gran barrera

Cuestionado sobre el talento de los mexicanos para la profesión, Márquez de la Torre aseguró que “en México hay buenísimos umpires, son súper buenos, el único problema es que no saben inglés”.

“Hay quienes luego me dicen que quieren ser como yo y les pido que aprenden inglés y que vean que sí se puede… se siente bonito toparse con los mexicanos y que me ubiquen como el primer umpire”, declaró.

Manifestó que su anhelo es que otro mexicano tenga la oportunidad de llegar a las Grandes Ligas o que sea como él.

Junto con su compadre El Chato se ha dedicado a apoyar a los umpires de Zacatecas, Guadalupe y Villanueva, pero pretenden también dotarlos de indumentaria nueva para que puedan jugar e impulsar una escuela.

“Les he dicho que sin el idioma, por más buenos que sean si no saben inglés no van a tener oportunidad de llegar a las grandes, porque oportunidades hay para darles una beca y que se vayan a una escuela de ampayeo”, refirió.

Zacatecas en alto y en el corazón Ante el temor de contagiarse de Covid-19, le han pedido no regresar a casa y terminar la temporada, pero no por eso ha dejado ni dejará de llevar a Zacatecas en el corazón.

Y, aunque el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump no ha tenido las mejores expresiones para México, ni para los migrantes, consideró que “mientras uno viva de manera limpia y sanamente, ese gobierno te deja en paz”.

Afortunadamente, las malas caras no han sido parte de su estancia en el vecino país del norte, pues dijo que les ha tocado suerte y que ser mexicano es un impulso, tanto en lo personal como en lo profesional.