La salud de las mujeres y el negocio

Puede que cuando uno ve los anuncios sienta muchas ganas de reír. En toda revista destinada a la atención de las mujeres, o mejor aún, cualquier página de Facebook puede mostrar anuncios y mensajes que ensalzan los beneficios de los pantalones especiales para la endometriosis, los parches a base de cannabidiol para calmar el dolor durante la menstruación, los complementos alimenticios para mitigar la aparición de los síntomas de la menopausia o prevenirlos por completo. En cualquier bandeja de entrada de correo electrónico, es fácil encontrar sugerencias para descargar aplicaciones que se supone que predicen el próximo período de ovulación y, por lo tanto, la fertilidad, sin mencionar los mensajes promocionales sobre las virtudes del yoga hormonal o la meditación como el mayor beneficiario de la salud femenina.

Y entonces la risa da paso al asombro. ¿Cómo surgió este nuevo negocio y por qué sigue prosperando? Cómo es que han proliferado este tipo de consejos que ahora se trata de hacer llegar a las mujeres de la misma manera a través de sus médicos que en ferias dedicadas a la salud de ellas mismas.

Es larga la historia de este mercado del bienestar, del que la salud de la mujer es uno de los pilares. Claramente, es la consecuencia de un sistema de salud que ha ignorado durante mucho tiempo a las mujeres. ¿Ensayos clínicos? Por supuesto, las mujeres están últimamente más incluidas, pero la paridad aún está lejos de lograrse en la investigación del cáncer y las enfermedades cardíacas. ¿Medicación? Prácticamente toda la farmacopea actual se basa en pruebas realizadas a hombres hace más de cincuenta años.

La endometriosis es el símbolo perfecto de todo lo que ha salido mal durante mucho tiempo en la consideración de la salud de la mujer. Ningún equipo de investigación está trabajando al 100% en ello. La salud eréctil de los hombres se vende mucho mejor: si uno tiene la curiosidad de inquirir cuantos equipos de investigación y emprendimientos comerciales abordan estos asuntos en un día de estos se encontrará que en las últimas fechas once start-ups que abordan la disfunción eréctil, entre otros problemas de salud masculina, obtuvieron 1240 millones de dólares entre 2019 y 2023, mientras que ocho empresas y equipos científicos que abordan la endometriosis recibieron… 44 millones de dólares durante el mismo período.

¿Enfermedades cardiovasculares? Son la principal causa de muerte de las mujeres. Sin embargo, según un estudio estadounidense publicado en 2022 por la Asociación Americana del Corazón, las mujeres (independientemente del color de su piel) fueron tratadas menos rápidamente que los hombres con síntomas idénticos.

¿Y qué pasa con la menopausia? Si uno husmea en el “menonegocio”, una especie de jungla donde la inventiva es infinita podría uno reír si los datos no fueran tan angustiosos. Además del desarrollo de complementos alimenticios para luchar contra los sofocos (650 pesos por una caja que dura un mes), algunos laboratorios llegan a vender prendas como algún camisón “ligero y sexy” por la módica suma de… 1400 pesos.

Pero, lastimosamente, ahí no terminan las sorpresas. En este mismo vacío científico tiene origen todos los movimientos de lo sagrado femenino, las bendiciones del útero, las terapias de liberación emocional para sanar la endometriosis, ceremonias de donar la sangre menstrual puntualmente cada mes. Y hasta aquí no hacen falta explicaciones, porque todo está muy claro. La endometriosis, por ejemplo, afecta a casi 9 millones de mujeres en México, el síndrome de ovario poliquistico a cuando menos, unos tres millones: los pseudoterapeutas tienen un futuro brillante por delante, a menos que se hagan cambios profundos en la gestión de la salud de la mujer.