Nuevo gobierno

Jaime Santoyo Castro.
Jaime Santoyo Castro.

Claudia Sheinbaum desde el primer momento en que celebró su triunfo en las urnas, hizo énfasis en su compromiso de garantizar las libertades.

Con esta frase se empieza a difundir la imagen, la agenda y los compromisos de la Presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y con esta sola expresión recibimos los mexicanos un muy poderoso mensaje de aliento y de confianza en que será ella, acorazada con un gabinete serio y de calidad, quien marcará el nuevo rumbo de la nación.

Un país serio no acelera las cosas; las procesa, debate, socializa, las discute, dialoga.

El proceso electoral ya terminó. La voluntad mayoritaria de la población que acudió a las urnas le dio la encomienda de dirigir los destinos de la nación por los próximos seis años a partir del primero de octubre y su primer discurso después de la elección nos dejó ver a propios y extraños, su concepción de éste México plural, diverso y democrático, y su compromiso de gobernar para cada una y cada uno de los mexicanos sin distingo, aún cuando no coincidamos con su proyecto, con la promesa de caminar en paz y armonía para construir un México más justo y próspero.

Debo destacar que desde el primer momento en que celebró su triunfo en las urnas, hizo énfasis en su compromiso de garantizar las libertades, subrayando especialmente la libertad de expresión, de prensa, de reunión, de concentración y de movilización, así como la diversidad política, social, cultural y religiosa; y advirtió que nunca haría un gobierno autoritario ni represor, lo que de inicio significa un giro muy favorable para la credibilidad, la confianza, la armonía y la unidad de los mexicanos, que ya no queremos que se sigan sembrando odios ni divisiones.

Habló desde ese momento de establecer un gobierno de disciplina fiscal y financiera, con un gobierno honesto, sin influyentismo, sin corrupción ni impunidad, y de manera muy contundente afirmó que su actuación será apegada a la ley y al derecho; lo que se traduce en el reconocimiento de que la ley es la ley, y con la ley y la razón es como se debe gobernar.

La Presidenta es una mujer preparada y los mexicanos esperamos que continúe y amplíe los programas sociales, diseñados para promover el desarrollo económico y social sostenible, sin disminuir la iniciativa individual, de manera tal que puedan incluir componentes que apoyen la creación de pequeñas y medianas empresas mediante microcréditos, capacitación en habilidades empresariales y acceso a mercados, proporcionando herramientas y recursos para que las personas puedan iniciar y gestionar sus propios negocios, fomentando así la independencia económica y la economía interna.

Los programas sociales no sólo deben proporcionar asistencia económica, sino también oportunidades de capacitación y educación, con el propósito de mejorar las habilidades y conocimientos de los beneficiarios, para que aumente su empleabilidad y su capacidad para obtener ingresos de manera sostenible con programas de capacitación técnica, educación continua y becas educativas, pero también deben estar estructurados para incentivar la transición del trabajo informal al formal y además involucrar a las comunidades en el diseño y la implementación de los programas sociales.

Los mexicanos esperamos que los programas sociales puedan transformarse en herramientas poderosas que no sólo brinden atención inmediata, sino que también promuevan el desarrollo a largo plazo y la autosuficencia al equilibrar el apoyo directo con medidas que impulsen el crecimiento personal y económico, evitando la dependencia y estimulando la iniciativa individual.

Ya inició la Presidenta con el pie derecho al anunciar los nombres de sus seis primeros colaboradores, pues incorpora a mexicanos con una trayectoria intachable y experiencia indiscutible como Juan Ramón de la Fuente, Rosaura Ruiz Gutiérrez, Alicia Bárcena Ibarra, Julio Berdeguer Sacristan, Marcelo Ebrard Casaubón y Ernestina Godoy. No son, como se dice en el argot político, “grillos” ni “operadores políticos”. Son personajes serios, responsables, honestos y plenamente preparados para las tareas que les encomienda. No parece ser que sean nombramientos para cumplir compromisos políticos o de amistad, sino que son los personajes que se necesitan y eso habla muy bien de la Presidenta Sheinbaum y de su compromiso con la historia.

Conste que no voté por ella, ni soy uno de sus fans, pero como mexicano deseo fervientemente que nuestro país recupere la seguridad, la paz, la armonía, la unidad, el desarrollo económico y social, la justicia, la confianza en las instituciones, la seguridad jurídica, la honestidad y los valores, el equilibrio y el respeto entre los distintos ámbitos del poder, y que dejemos atrás las divisiones y enconos. Juntos podemos hacer más.




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