Experiencias en clases online

En el mundo existen 194 países soberanos reconocidos por la ONU y actualmente 188 países cerraron sus escuelas de manera presencial y solo la mitad, entre ellos México, promueve la educación a distancia, pero, ¿qué ha pasado con esta estrategia educativa tan inequitativa? En México hay 18.3 millones de hogares que disponen de internet mediante conexión fija o móvil; 52.9% del total nacional. Es probable que los niños de hogares ya favorecidos puedan continuar su aprendizaje, mientras que los desfavorecidos se quedarán más rezagados. Sin embargo, en otros lugares sucede lo siguiente:

El distrito escolar de Filadelfia decidió que no ofrecerá formación a distancia durante el cierre por el coronavirus citando preocupaciones de equidad. Al anunciar la medida, el superintendente William R. Hite sobre la enseñanza a distancia explicó que “Si no está disponible para todos los niños, no podemos ponerla a disposición de algunos de ellos”.

En Armenia, la población estudiantil de 383 mil personas carece de acceso a computadoras. En respuesta, el gobierno lanzó una campaña de solidaridad pública destinada a proporcionar dispositivos a las familias de bajos ingresos y al mismo tiempo negociar tarifas cero con las compañías de telecomunicaciones para el uso de internet.

En Ontario, Canadá (2 millones de estudiantes), el Ministerio de Educación capacitó a 15 mil maestros en dos semanas para impartir clases en línea, el material del curso se enfoca principalmente en materias de matemáticas, alfabetización y ciencias con un horario recomendado y número de horas para cada uno. Los cursos en línea y los recursos educativos multilingües seleccionados se publican en un sitio web central de acceso abierto.

Brasil es un país que lucha con desigualdades extremas, incluso en términos de conectividad de banda ancha, ya que el 70% del acceso a internet está agrupado alrededor de cinco áreas urbanas principales. Como el 95% de la población tiene televisión, esta es la forma más accesible de garantizar la continuidad del aprendizaje en contextos de bajos ingresos.

En la República de Corea, Seoyong Kim, madre de un estudiante de segundo grado y profesora de inglés, expresó su preocupación por el aprendizaje unidireccional y la falta de información sobre lo que los estudiantes realmente retienen. Como maestra, es importante dar retroalimentación y hacer un seguimiento regular con cada estudiante.

Como verán, el reto de la equidad educativa se manifiesta en cómo llegar primero a los más desfavorecidos –obviamente no se llega primero a ellos si se les empuja activamente más atrás-.

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