Educar + Emprender = Éxito

En 1959, cuando el entonces por segunda vez Secretario de Educación Publica: Jaime Torres Bodet, anunció la creación de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, no a todos les agradó la idea, más aún cuando se sumaron a esta empresa personajes como el periodista Martín Luis Guzmán, acusado de comunista y férreo crítico … Leer más

En 1959, cuando el entonces por segunda vez Secretario de Educación Publica: Jaime Torres Bodet, anunció la creación de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, no a todos les agradó la idea, más aún cuando se sumaron a esta empresa personajes como el periodista Martín Luis Guzmán, acusado de comunista y férreo crítico del Estado, escritor del libro “ La Sombra de Caudillo”, hubo voces que se manifestaron en la manipulación de la niñez hacia una formación socialista. Además, los libros de texto gratuitos que se elaborarían y distribuirían por todo el país contaban con las ilustraciones de grandes artistas como Siqueiros, Jorge González Camarena, José Luis Cuevas, Vicente Rojo, etc.

Se vivió en ese entonces una especie de revolución cultural en donde los más notables pensadores de ese tiempo, políticos y el magisterio debatían de manera abierta, directa y mediáticamente, bajo la premisa de que el mejor vehículo para lograr la alfabetización del país, pendiente desde 1921 con Vasconcelos, era el libro de texto. El debate estaba en los contenidos de estos libros de texto y cómo impactarían estos en la formación de los nuevos ciudadanos.

Hoy, a casi 100 años de la creación de la primera Secretaria de Educación y a 60 años de la creación de la Comisión Nacional de Libros Gratuitos, el debate central está, por mucho, en la relación laboral y en el manejo de los recursos sobre todo económicos. Hoy los grandes pensadores de nuestros tiempos no explican a la sociedad el impacto de las reformas educativas y cómo afectará en el futuro inmediato de los alumnos, que son vistos como medio, nunca como el principio y fin de la educación. Hoy todo es corrupción por el manejo del dinero, de lo académico y contenidos que se las arregle “el profe”, ya sea con el modelo de 2011, de 2014 o el que le acomode, todo el debate está centrado en presupuesto asignado y quién tiene el control de él.

A quién acusamos de corrupto y a quién de contratar para aumentar el clientelismo que dan las plazas docentes. Los alumnos, a ellos los educandos abandonados por “su” sistema educativo, sin validar que los contenidos sean lo que realmente necesitan para ser personas felices, buenos ciudadanos y con las herramientas y habilidades necesarias para ser productivos y propositivos a la sociedad en la que conviven.

*direcció[email protected]




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