Trabajo comprometido

Simitrio Quezada.
Simitrio Quezada.

Quien busca sacar adelante a su comunidad lo hace con cargo o sin cargo, abanderando siempre la convicción por encima de intereses particulares. En esto radica la gran diferencia entre dirigentes de membrete y genuinos líderes; entre el poder por mero nombramiento y el poder real; entre el mequetrefe que exige ser servido y el … Leer más

Quien busca sacar adelante a su comunidad lo hace con cargo o sin cargo, abanderando siempre la convicción por encima de intereses particulares.

En esto radica la gran diferencia entre dirigentes de membrete y genuinos líderes; entre el poder por mero nombramiento y el poder real; entre el mequetrefe que exige ser servido y el comprometido que está allí porque siempre sirve (influye y da significativos resultados).

Quien busca dar los mejores logros no baja la guardia ni aunque le pidan (o le den permiso de) bajar la guardia. Las excusas abotagan, los fingimientos pueden matar el provecho de todo proyecto antes de que aquél nazca. Cuando tanto está en juego, bajar los brazos y dejar de luchar es indigno.

Con recursos o sin ellos debemos sacar adelante nuestras encomiendas. Con recursos o sin ellos debemos generar resultados ejemplares y permanentes. ¿Qué valor hay en nuestro trabajo cuando empujamos los proyectos sólo porque sí hay recursos?

Debemos insistir con trabajo comprometido aun en medio de quienes fingen que hacen, y no comprenden que en esa omisión invierten el mismo esfuerzo que si realmente trabajaran.

Debemos insistir con trabajo comprometido aun en medio de un sistema tan corrompido que está lubricado con corrupción; tan corrompido que si uno saca el cáncer muere el enfermo.

Debemos insistir con trabajo comprometido aun entre los fatalistas que ya bajaron la cortina; aun entre los triunfalistas que se creen sus propios cuentos.

Por supuesto que no es fácil, pero tenemos que continuar haciéndolo.

Como sucede con los bueyes que aran en el coamil, algunos tenemos que cubrirnos los costados de la mirada para que ella perciba sólo el camino. Estén en la trinchera donde estén, los tramposos continuarán con trampas. La más de las veces, no podemos hacer mucho al respecto.

La oportunidad dura lo que su tiempo dura, por eso hay que exprimirle hasta el último gajo. Nada debe dejarse a medias, una capitulación no se permite cuando hay tantas necesidades por satisfacer.

Debemos insistir hasta el último instante con trabajo comprometido para mejorar nuestra vida y la de quienes nos rodean. Es lo mínimo con que podemos justificar nuestro paso por esta dimensión.




Más noticias

Simitrio Quezada

Contenido Patrocinado