Orgullo

Desde hace algunos años, el mes de junio ha sido considerado el mes del orgullo lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, intersexual, queer y más (LGBTTQ+).

En este México de profundas desigualdades culturales, económicas, sociales, legales y las que se acumulen; para ser específicos nuestro estado de Zacatecas posee dichas desigualdades. Probablemente estimado lector al tener en sus manos este texto, impreso o digital, no seamos conscientes de los privilegios que más o menos hemos tenido.

Ahora se han destapado discusiones en torno al privilegio encadenado al clasismo, al racismo, a lo machista y homófoba que es nuestra sociedad.

Hay una serie de vacíos legales que padece la comunidad LGBTTQ+, una persona gay está en desventaja legal frente a otra persona heterosexual; ustedes se preguntarán ¿en qué? si pueden andar por la calle y nadie les dice nada.

A mí no me importa que anden con quien quieran solo con que no se besen frente a mí”, o “mientras no hagan sus cosas frente a nosotros todo está bien”.

¿Cuántas veces hemos pensado o escuchado eso?, justo esas frases son homofobia interiorizada, y ya ni digamos las palabra que comienza con J o con P.

Los grupos religiosos han hecho presión ante la Legislatura y el matrimonio igualitario no ha sido aprobado en nuestro estado, pese a ser técnicamente legal en todo el país, lo que debería ser una ley de trámite, de armonizar la legislación estatal con las resoluciones de la Suprema Corte, se ha convertido en un campo de batalla ideológico.

Además del derecho a formar legalmente una familia reconocida por el estado, lo cual implica acceso a créditos públicos y privados, a compartir una seguridad social como IMSS o ISSSTE, de poder heredar a su pareja, poder adoptar, poseer propiedades en común.

En el tema de los derechos a la salud existen grandes vacíos o peor aún completas ausencias. El VIH sigue siendo un tabú, mientras a nivel nacional e internacional ya hay varios medicamentos que han probado su eficacia para prevenirlo o para revertir sus efectos, los mentados PREP, los cuales deberían ser parte de una política de salud pública.

En las políticas públicas educativas también hay una ausencia de procedimientos contra la homofobia y de formas de ayudar a los jóvenes LGBTTIQ+. Incluso esto es un problema nacional, pocas universidades cuentan con colectivos y grupos de ayuda como la UNAM y El Colegio de México.

Sí a estos ingredientes le añadimos los de la desigualdad, y la marginación de nuestro estado, nos encontramos que la velocidad de los cambios en algunas zonas es nula, estas personas tienen que migrar o cambiar lo que son para ser aceptadas en sus sociedades.

*Profesor de la UAZ