Desigualdad y privilegios

Sin entrar en esa discusión boba de fifís versus chairos, debemos admitir que hay desigualdades profundas y privilegios relacionados al color de piel en nuestro país.

Hay un cartón muy bueno que realizó Toby Morris ( @XTOTL) donde muestra la desigualdad desde la historia de dos chicos; uno de clase baja y el otro de una familia de clase media.

El cartón nos va dando cuenta de las pequeñas diferencias que destacan desde la niñez, las cuales acabarán siendo abismos insalvables.

Tener una casa adecuada con todos los servicios, una calle con pavimento, libros en casa, internet y una computadora. Desde el tiempo de calidad que los papás le dedican a los hijos; las horas que pasan con ellos repasando las materias de la escuela.

Así pues, las amistades de los papás influirán en el resto de la familia. El papá/mamá que fue a la universidad hizo amigos que ahora son profesionistas de distintas áreas o laboran en diferentes dependencias que a la larga podrán ser de ayuda.

Estimado lector/a ¿con cuántos profesionistas tiene convivencia diaria? ¿Cuántas áreas del conocimiento son las que abarcan esos profesionistas?

Escribiré en primera persona. En mi grupo de amigos de Jalpa hay tres dentistas, un traumatólogo, un médico general, cinco abogados, un contador y diversos profesionistas más; para mí puede ser fácil pedir una consulta médica, jurídica o contable sin que ello me genere un gasto. En cambio la persona que su entorno está marcado por gente que no tiene un nivel profesional, tendrá que pagar una consulta, trasladarse y comprar los medicamentos.

Junto con esto podemos observar lo que dirían los filósofos de la ilustración. Se asoma un “viejo régimen” en el cual las relaciones de familia son más importantes que cualquier otra; por ejemplo, ser hijo de don fulanito, nieto de, bisnieto de.

Tal vez si el rancio abolengo fue mucho podrá ser bisnieto de… Los que han estudiado las élites en México y en nuestro estado saben que las familias gobernantes se han mantenido en pie por lo menos desde el siglo XVIII, aunque todavía hay algunas posteriores.

No es raro pues que haya familias con dos o tres gobernadores en su historia, pero eso sería para un artículo propio.

En los pueblos ese rancio abolengo sigue siendo un factor de diferenciación social. No es lo mimos vivir en el centro que en las colonias de la periferia.

Así pues, esta pandemia ha develado los crueles abismos de la desigualdad, donde para unos el wifi es normal, para otros les podría resultar difícil incluso tener un celular.

Nuestros estudiantes han pasado de la libreta y el dictado a las ciber aulas.

Espero que este proceso nos ayude a darnos cuenta de que hace falta mucho para ser iguales. La lucha debe continuar.

*Profesor UAZ