Preparación para la navidad

Hoy en la Opinión de Juan Carlos Ramos León.
Hoy en la Opinión de Juan Carlos Ramos León.

Los centros comerciales y las tiendas de autoservicio se han encargado de avisarnos con tiempo –tal vez más del necesario- que se aproxima la temporada navideña. Cada quien se prepara a su manera, el caso es que comenzará en breve lo que, para muchos, es la mejor época del año. Me han llamado la atención … Leer más

Los centros comerciales y las tiendas de autoservicio se han encargado de avisarnos con tiempo –tal vez más del necesario- que se aproxima la temporada navideña. Cada quien se prepara a su manera, el caso es que comenzará en breve lo que, para muchos, es la mejor época del año.

Me han llamado la atención algunos memes que se han vuelto virales en redes sociales y que ponen cosas más o menos así: “y usted qué anda opinando, tío, si nunca se ha preocupado por la abuela” y agregan: “qué nervios, ya me estoy preparando para la cena de navidad”. Y otras frases por el estilo. Debo reconocer que me hacen mucha gracia, pero en el fondo me producen cierta desolación.

Decía que cada quien se prepara para lo que quiere porque la fiesta de la navidad ofrece la oportunidad de otorgar a nuestras vidas un enfoque distinto: del pedir, recibir, obtener, el ‘para mí’, al ofrecer, dar, entregar, el ‘para ti’.

Cuando andamos el camino hacia la navidad con una mentalidad de “a ver qué me regalan en el intercambio, a ver si a mis tías les queda rica la cena, a ver si ahora sí alguien lleva un buen tequila”, lo que la mayoría obtendremos será, con toda seguridad, una escena como las muchas que los creativos del ciberespacio se han ocupado en proyectar.

A la reunión de la nochebuena hay que llegar con las pilas bien cargadas de optimismo, de generosidad y de perdón. Con actitud de “vengo a darme, a regalarme, a hacerte pasar una noche maravillosa” y estoy seguro de que se volverá a casa esa misma noche con un “vine a ofrecer y a dar y ¡ve todo lo que me llevo!”

Se habla de la “magia” de la navidad. Yo creo que es la gracia que proviene de Dios, que es a quien, a fin de cuentas, festejamos. Pero si, después de todo, se llega a ella con una buena preparación, se logra lo que a Él más le hace feliz que es el ver a todos sus hijos reunidos en su nombre, haciéndose felices los unos a los otros.




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