En cuanto a la zona centro y norte de México los problemas de violencia son más fuertes debido a las guerras territoriales del narcotráfico y la migración.
En estos lugares los trabajadores del censo encontraron comunidades agrícolas abandonadas sin nadie a quien encuestar.
Inegi no permite injerencia de políticos a sus estadísticas
A pesar de ser financiado por gobierno, Inegi goza de autonomía para garantizar que las estadísticas no se vean alteradas por los políticos.
Por otro lado, David Saucedo, analista de seguridad dijo que los cárteles de la droga y las células delictivas s tienen como blanco a los trabajadores del Inegi.
“Hay casos en donde los grupos del crimen organizado extorsionan y piden dinero a los encuestadores y supervisores para dejarles hacer encuestas. En este caso se trata de un delito de extorsión simple y llana”, señaló Saucedo.
También se habló sobre el peligro que implica ir de puerta en puerta para realizar el trabajo:
“En ocasiones, los cárteles hostigan a los encuestadores al confundirlos con integrantes de otros grupos delictivos, debido a que grupos rivales se disfrazan de brigadistas de gobierno o encuestadores para hacer trabajos de inteligencia en zonas bajo el control del enemigo”, agregó.