Reforma Banxico y Punto Final

El Senado de la República aprobó una iniciativa que estipula en términos llanos, que el Banco de México compre sin restricciones todos los dólares en efectivo que los bancos o instituciones financieras no puedan acreditar, y lo peor, al tipo de cambio oficial.

Pero, qué significa esto: desde los noventas, las instituciones financieras del mundo han establecidos estrictos esquemas para conocer el origen de los recursos depositados en efectivo, limitar los depósitos en efectivo y buscar dar seguimiento y así, evitar el lavado de dinero.

Sin embargo, ahora esta iniciativa busca eliminar todo candado a la compra de dólares en efectivo y cancela el seguimiento o investigación de los mismos.

Además, en todo el mundo no existe una política monetaria igual a la que aprobaron los senadores, ni siquiera en Venezuela o Cuba operan así.

El hecho de que el Banco de México, compre todos los dólares “excedentes”, sin ningún tope ni reserva, convertiría a México en un paraíso del lavado de dinero.

Algún narco o mafioso ruso podría venir a cambiar millones de dólares al tipo de cambio sin ningún riesgo, y el Banco Central no podría siquiera cuestionarlo.

Si la iniciativa avanzara en la Cámara de Diputados y lo que pretenden ocurriera, el Banco de México podría ser auditado por instancias internacionales por aceptar este tipo de operaciones, y lo peor, se congelarían las reservas, lo que impediría llevar a cabo la subasta diaria de dólares, y al no haber oferta de dólares, el precio de la divisa verde se elevaría exponencialmente.

No alcanzo a concebir si esta ocurrencia financiera nace de la maldad o la ignorancia, sólo concibo, que los únicos ganadores con esta iniciativa serían los que mueven grandes cantidades de dinero en efectivo como los narcos, los evasores de impuestos, los vendedores de piratería o la delincuencia organizada.

El comercio informal no delincuencial no tiene ningún beneficio dado que el flujo de efectivo que maneja es pequeño, los que estamos inscritos en el SAT tenemos decenas de candados y limitantes que nos obligan a que la mayoría de nuestros gastos sean electrónicos para que sean rastreables.

Los migrantes tampoco, el 97% de las remesas se hace de manera electrónica o rastreable.

Punto Final

Ojalá me equivoque, pero la iniciativa lleva mensaje, destinatario, emisor y desde luego… beneficiario.