Presupuesto y Punto Final

Pablo Torres Corpus.
Pablo Torres Corpus.

A partir de los recortes en las participaciones federales y la crisis por el Covid-19, la administración pública en todos los niveles ha tenido que adaptarse a una serie de medidas de austeridad y programas para mejorar y hacer más eficiente el uso de los recursos. Esto ha propiciado una serie de cambios que, tal … Leer más

A partir de los recortes en las participaciones federales y la crisis por el Covid-19, la administración pública en todos los niveles ha tenido que adaptarse a una serie de medidas de austeridad y programas para mejorar y hacer más eficiente el uso de los recursos.

Esto ha propiciado una serie de cambios que, tal vez por desconocimiento o afectación de intereses, han generado polémica.
En el caso del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC), el argumento más socorrido por los inconformes es que hay un presupuesto de 124 millones de pesos para cultura.

Y así es, pero ese recurso no está a libre disposición del titular del IZC, ni de ningún funcionario.

En primera es porque ese recurso incluye todos los gastos y necesidades del instituto, solamente de nómina son prácticamente 80 millones de pesos y para servicios como agua, luz, teléfono, internet, etcétera, son poco más de 8.3 millones de pesos.
Quedando sólo cerca de 36 millones para todas las actividades, programas, festivales, talleres, exposiciones y convenios del IZC.

Pero la crisis financiera en el Gobierno Federal y la pandemia han hecho que el presupuesto de 36 millones para actividades tenga una reducción emergente por casi nueve millones.

Y ese recurso presupuestado no se ejerce a contentillo de ningún funcionario.

Cada peso de esa cantidad tiene “nombre y apellido”, tiene un fin específico presupuestado para eso desde septiembre del año pasado, cuando se presenta el proyecto de presupuesto ante la Secretaría de Finanzas, y posteriormente, a la Legislatura Local.
Tener un presupuesto autorizado por la Legislatura y publicado en el Periódico Oficial no significa que el recurso esté disponible o en los cajones de algún escritorio del IZC.

Del momento en que se aprueban los recursos al momento en que se pueden ejercer hay un largo y sinuoso camino.
Tener presupuesto da la certeza de que si todo marcha como se planeó, se recibirán esas cantidades para los fines previstos.

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