Luis Enrique y Punto Final

Pablo Torres Corpus.
Pablo Torres Corpus.

Desde siempre conozco a Luis Enrique Mercado Sánchez (LEM), sus visitas a Jerez eran un acontecimiento, venía para los cumpleaños de su tío Jesús Sánchez García (otro de mis ejemplos y afectos). Yo era niño, pero percibía el carisma, la generosidad. Durante años lo admiré y con el saludo y preguntas de ocasión me sentía … Leer más

Desde siempre conozco a Luis Enrique Mercado Sánchez (LEM), sus visitas a Jerez eran un acontecimiento, venía para los cumpleaños de su tío Jesús Sánchez García (otro de mis ejemplos y afectos).

Yo era niño, pero percibía el carisma, la generosidad. Durante años lo admiré y con el saludo y preguntas de ocasión me sentía realizado. En 1998 fue a Jerez a dar una conferencia, al terminar Don Jesús lo invitó a comer, para mi sorpresa, fui invitado, era una comida de gente grande (en el sentido literal) buena comida y excelente bebida en abundancia, música en vivo. Pláticas deliciosas.

Fue la primera vez que conviví de cerca con LEM, pese a la diferencia de edades y posibilidades siempre me trató como un igual.

En el 2000, me preguntó que iba a estudiar, le dije: economía. Mi papá atajó: “no quiso estudiar periodismo”, pero LEM me felicitó y palabras más, palabras menos dijo: “qué bueno, porque la economía se estudia y el periodismo se ejerce”.

Yo colaboraba en “El Alacrán” con notas policíacas y de opinión, me pidió que le mandara “notitas” para Imagen. Lo hice durante años.

Incluso, cuando un presidente municipal de Jerez hacía todo por despedirme, LEM me ofreció trabajo, pero, al mismo tiempo intercedió sutilmente para que acabara el acoso.

No trabajé formalmente en Imagen, pero tengo el orgullo de colaborar ininterrumpidamente desde hace 12 años, sin censura, con plena libertad y mucho aprendizaje; era un logró que LEM me marcara para felicitarme u opinar sobre lo que escribía.

Necesitaríamos un suplemento para enumerar los rasgos que hicieron de Luis Enrique un fuera de serie, aunque, quiero resaltar cuatro: sus ganas de vivir, hacer y trascender; su profundo amor por Jerez; su capacidad para tender puentes, hacer redes de amistades y su generosidad.

Días antes de su partida platicamos largamente, tenía planes en todo: pareja, radio, periódico, viajes, velero, casa, libros.

Como diputado federal trabajó incansablemente para que Jerez tuviera un presupuesto histórico como Pueblo Mágico.

Procuraba que sus amigos se conocieran entre sí, que compartiéramos lo mejor de cada quién.

Ir a Valle de Bravo con Luis Enrique y Luz Ma, son una de las experiencias más bellas y reconfortantes de mi vida personal y de pareja.

Punto Final

Nunca podré corresponder a tanto, pero agradeceré permanentemente.




Más noticias


Contenido Patrocinado