Deuda y Punto Final

Pablo Torres Corpus.
Pablo Torres Corpus.

El presidente Andrés Manuel López Obrador constantemente afirma que no endeudará al país y no pedirá prestamos en su gobierno, pero en los hechos ocurre lo contrario, se contrata más deuda y a un ritmo mucho muy acelerado. Tan solo en los primeros 18 meses del gobierno de AMLO, México ha recibido préstamos del Banco … Leer más

El presidente Andrés Manuel López Obrador constantemente afirma que no endeudará al país y no pedirá prestamos en su gobierno, pero en los hechos ocurre lo contrario, se contrata más deuda y a un ritmo mucho muy acelerado.

Tan solo en los primeros 18 meses del gobierno de AMLO, México ha recibido préstamos del Banco Mundial por 2 mil 130 millones de dólares, casi lo mismo que pidió prestado el gobierno de Peña Nieto durante todo el sexenio y que ascendió a 2 mil 331 millones de dólares.

Y todo indica que el endeudamiento del gobierno de López Obrador aumentará a lo largo del sexenio, lo que lo convertiría en la administración más endeudada de los últimos 30 años, con niveles casi similares a los que tuvo López Portillo.

La única forma en que el endeudamiento del Gobierno Federal se detenga es reduciendo su gasto; sin embargo, cada día son menos las opciones de recortes.

Se recortaron las participaciones a estados y municipios, ya se recortó en 75% el gasto operativo de todas las dependencias federales, despidieron a más de cinco mil burócratas, se eliminaron fideicomisos, se redujo el sueldo de los funcionarios federales, se dejaron de pagar servicios básicos, se canceló toda promoción turística, se detuvo la compra de equipo de oficina y el Gobierno Federal sigue sin ajustar, todos estos recortes han sido insuficientes.

Se sigue gastando como si estuviéramos en bonanza, como si Pemex y la Comisión Federal de Electricidad no perdieran dinero, como si la refinería de Dos Bocas, el Aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya fueran autofinanciables.

De mantener ese ritmo de gasto al gobierno de López Obrador no le va a quedar otra opción que pedir más préstamos. Aumentar impuestos en año electoral está más que descartado y esperar que el petróleo suba de precio y Pemex deje de ser deficitaria es imposible.

En lo que queda del año, al menos otro préstamo será requerido y el anteproyecto de presupuesto 2021 ya contempla aumentar el techo o permiso de endeudamiento nacional.

Punto Final

Los préstamos no son malos per se, lo que genera los problemas es que se emplean, si con deuda se financia la inversión productiva, son hasta recomendables. Lo malo es que el dinero está yendo a cubrir pérdidas y al reparto en efectivo.

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