Auditoría y Punto Final

Pablo Torres Corpus.
Pablo Torres Corpus.

Como cada año, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) presentó el “Informe General de la Cuenta Pública”, esta ocasión corresponde al 2019, primer año de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. El informe está compuesto por mil 358 auditorías al gasto público federal contiene notas a estados financieros, recomendaciones, observaciones, etcétera. El … Leer más

Como cada año, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) presentó el “Informe General de la Cuenta Pública”, esta ocasión corresponde al 2019, primer año de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.

El informe está compuesto por mil 358 auditorías al gasto público federal contiene notas a estados financieros, recomendaciones, observaciones, etcétera.

El primer año del sexenio, los auditores federales hicieron observaciones por casi 67 mil 500 millones de pesos, cifra inédita en la historia de la ASF.

Aunque en términos estrictos una observación de auditoría no es una sentencia definitiva, ni un señalamiento de que se hayan robado el dinero. Sí significa que tal vez el recurso no se usó como se debería o bien no se destinó para lo que se presupuestó, o en alguna parte no se realizaron las cosas como deberían o faltan comprobantes del gasto.

Pero lo que generó un escándalo, no fueron estas observaciones, sino que en el Informe la ASF, calculó que el costo de haber cancelado el aeropuerto de Texcoco fue de casi 332 mil millones de pesos, tres veces más de lo que el Gobierno Federal informó.

Ante esto, el Presidente desestimó el informe y afirmó que tenía otros datos y en otro hecho inédito, mediante un comunicado de prensa, la ASF se retractó y afirmó que los cálculos sobre las pérdidas por la cancelación del aeropuerto tenían errores metodológicos, por tanto eran erróneos.

Llama la atención que la ASF se haya precipitado y violado su propia esencia y origen, ya que si bien goza de autonomía técnica, es un órgano dependiente de la Cámara de Diputados, la retractación tendría que haber salido de la Cámara de Diputados.

Para asuntos como estos, los diputados cuentan con una Unidad (especializada) de Evaluación y Control, son ellos los que emiten analizan y comentan los informes de la ASF y una vez que lo hacen, es la Comisión de Vigilancia la que genera un dictamen mismo que es votado por los diputados.

Por motivos desconocidos la ASF se brincó todo esto y a bote pronto se retractó.

Punto Final

Sí fue un error metodológico como dijeron, preocupa que tantos y tantos especialistas y unidades no hayan detectado ese error antes.

Sí fue por presiones preocupa más; sí sólo fue por quedar bien, es alucinante.




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