¿Quién les dijo que es así?

Víctor Manuel Silva Galaviz.
Víctor Manuel Silva Galaviz.

El programa de educación a distancia 2.0 está fundamentado bajo las siguientes dos premisas: Los alumnos, en su totalidad, sí quieren aprender, y que sea con este método televisivo, les emociona. Y, las mamás sí quieren, pueden y tienen tiempo para aprender junto con sus hijos, ahora sus alumnos, para apoyarles en su formación académica. … Leer más

El programa de educación a distancia 2.0 está fundamentado bajo las siguientes dos premisas: Los alumnos, en su totalidad, sí quieren aprender, y que sea con este método televisivo, les emociona. Y, las mamás sí quieren, pueden y tienen tiempo para aprender junto con sus hijos, ahora sus alumnos, para apoyarles en su formación académica.

La realidad es que no existe ninguna evidencia de que a los alumnos se les haya tomado en cuenta sobre si el programa de enseñanza televisivo es un método que los motiva a aprender algo. Aún más triste, no existen estadísticas sobre qué pasó con los aprendizajes adquiridos del ciclo escolar anterior; no sabemos en realidad cuántos alumnos hicieron un esfuerzo, de acuerdo a sus necesidades, en continuar con su formación a distancia; no sabemos sobre la prudencia de a cuántos alumnos es mejor reprobar y que repitan el grado anterior para que su formación cognitiva sea secuencial y no solo de boletas.

Es sorprendente las miles y miles de opiniones al respecto sobre la educación a distancia y la falta de un estudio serio que nos diga cómo terminamos la comunidad escolar.

Y con base en él los contenidos, los medios, las herramientas, las estrategias y técnicas necesarias para lograr que los alumnos se sientan atraídos por aprender, porque así como estamos los adultos decidiendo, es una falacia creer que el educando no tiene opinión. El alumno tiene el poder de no aprender si no quiere y de apagar la cámara o la televisión con un simple click.

Sobre la segunda premisa, ¿quién les pregunto a las madres de familia que esto es lo mejor para ellas y sus hijos? ¿Dónde están las encuestas de opinión en las que afirman estar en conformidad de estar todo el santo día insistiendo con el alumno, que ahora también es su hijo? Todo esto para que atienda la clase en línea o el programa de televisión, que responda los libros de texto, que haga los trabajos y tareas, y al final, enviarlos por WhatsApp, para que al terminar el día, ella tenga que hacer todo lo anterior con tal de que le pongan palomita a su hijo.

Si lo que queremos es continuar con un engaño que raya en la histeria colectiva, continuemos así, como que todo está bien y lo que decidan nuestras autoridades es correcto al grado divino. Si no queremos esto, dialoguemos y que cada comunidad escolar conformada por mamás, docentes y alumnos decidan qué es lo mejor de acuerdo a su propia realidad.

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