Trans – figuración

Su rostro se puso resplandeciente como el sol.

Mateo 17,1-9

Este año la fiesta de la Transfiguración del Señor lo celebramos el domingo pasado. Oraciones, lecturas, espíritu del día, ocupan la atención de quienes participamos en la fiesta dominical.

En nuestro siglo, oímos hablar de ‘trans-formación’, ‘trans-versalidad’, trans-mutación, trans-portación, trans-misión… Muy pocas veces de ‘transfiguración’. A veces hablamos sólo de ‘trans’ o le quitamos la ‘n’ y queda ‘tra’ o ‘tras’… El significado va a depender del sustantivo que acompaña al prefijo… y de otras intenciones.

El Diccionario de la Lengua Española (edición 2014) dice que ‘trans’ es un prefijo que significa ‘al otro lado de’ o ‘a través de’. El verbo ‘transfigurar’ es definido como ‘hacer cambiar de figura o aspecto a alguien o algo’. La voz ‘transfiguración’ como ‘la acción y efecto de transfigurar’. En sentido religioso: ‘estado glorioso en que Jesucristo se mostró entre Moisés y Elías en el monte Tabor, ante la presencia de sus discípulos Pedro, Juan y Santiago’.

En la actualidad suena con más frecuencia la voz ‘trans-género’ y el prefijo ‘trans’. Aunque no aparece todavía en el citado Diccionario, se oye con más fuerza en las nuevas realidades creadas por la crisis cultural ocasionada por el cambio de época y el emerger de nuevas ideologías. Sólo aparece la voz ‘transgénico’ con el significado de ‘un organismo vivo que ha sido modificado mediante la adición de genes exógenos para lograr nuevas propiedades’. ¿Será lo mismo trans-género y trans-génico?

En este ambiente gramatical, literario, ideológico y existencial ¿qué nos quiere decir la liturgia de la Iglesia cuando celebra la fiesta de la transfiguración del Señor? Son muchas las lecciones para la vida de fe del discípulo del Señor. Entre otras, subrayo las siguientes:

– La transfiguración del Señor es gloria, promesa, cumplimiento, profecía; está más allá del alcance de la gramática y el lenguaje humano. Para comprender su significado es necesaria la fe en Jesús, Hijo de Dios.

– La transfiguración de Jesús tiene que ver con su resurrección. El relato evangélico lo hace ver al usar elementos propios de las apariciones y los testimonios de quienes vivieron de cerca la presencia transformadora del Señor Resucitado. Esto nos enseña que la fe en el Señor está llamada a convertirse en experiencia de vida.

– La aparición de Moisés y Elías son un signo de que en Jesús se cumplen las Escrituras. Pedro, Santiago y Juan son testigos de ello. Dios cumple sus promesas y nosotros podemos acceder a la gloria si escuchamos al Hijo Amado y vivimos su Evangelio.

Celebrar hoy la transfiguración del Señor significa hacer cercana su gloria a quienes se escandalizan por las cruces que implica la vivencia del amor, estilo Jesucristo. El que se relate inmediatamente después del primer anuncio de la pasión, apunta hacia un final de transfiguración total del ser humano, su historia y la creación entera. Los intentos de ‘trans-ferir’ significados con otros fines se quedan sólo en los armarios de ideologías pasajeras.