Informes, egos, campañas

Simitrio Quezada.
Simitrio Quezada.

El balance de las recientes ceremonias de informes de gobiernos municipales zacatecanos no es halagüeño: algunas parecieron escaparate para el ego inflado del responsable del rumbo del municipio, otras quedaron como petición de candidatura y otras fueron anodinas en el océano de la transmisión por las redes sociales de internet. En algunos casos se impuso … Leer más

El balance de las recientes ceremonias de informes de gobiernos municipales zacatecanos no es halagüeño: algunas parecieron escaparate para el ego inflado del responsable del rumbo del municipio, otras quedaron como petición de candidatura y otras fueron anodinas en el océano de la transmisión por las redes sociales de internet.

En algunos casos se impuso el ego del presidente: el nombre de él varias veces y con tamaño monumental… y ni título del evento (ni bandera nacional). Pamplinas que el ayuntamiento gobierna: además el informante se adjudicó acciones y aportes de otros órdenes de gobierno. Colmo: su decisión ejecutiva abusó del gasto público en numerosos pendones para diseminar por el pueblo, pago de entrevistas con medios que se “acomodan” bien, y escenografía, templete, luces y megapantallas en el lugar del informe, a pesar de que su difusión fue virtual. Quedaron ausentes, además, espaldarazos políticos y sociales.

En otros casos se introdujo en la ceremonia colores y “palabras lema” del partido político del que emana el primer edil (“Ordenado” y “Generoso” en el caso del PAN). Estos informes pasaron de acto necesario y obligatorio a uno político, antesala a una candidatura por la diputación local.

Otros informes se convirtieron en otro capítulo del culebrón que se vive debido a las patadas bajo la mesa del cabildo. Los vecinos denunciaron esos dramas sólo para hacer ver que ellos no son iguales. Allá también se percibió un fuerte aparato publicitario con contratos a “influencers” que, de promover tacos, tostadas y otros chistes, hoy aplauden por encargo a presidentes que instalaron luminarias más baratas que las contratadas en gobiernos anteriores.

En otros informes destacó, más que el recuento de lo realizado y lo pendiente, el mensaje político “aspirino” a una candidatura de unidad para gobernar la entidad. Aunque estamos en pandemia, cuidaron a quién debían tener físicamente en el evento, quién debía hablar para respaldar e incluso quién no debía estar allí.

Todo se valió en medio de esta rebatinga mal disimulada. El informe continúa dando pie al día del gobernante, con la diferencia de que el tradicional besamanos (que supuestamente estaba muerto) es ahora virtual y mediante “likes”. Descalabran la pandemia, la falta de oportunidades laborales y la necesidad de aceptar otra realidad.

Pero los egos inflados de nuestros “servidores” y sus campañas continúan utilizando recursos financieros y humanos para aferrarse al poder.

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