Relevancia social de los partidos
La eficacia de un sistema democrático va más allá del desarrollo de procesos electorales en los que se manifieste auténticamente la voluntad de los ciudadanos; ésta se obtiene plenamente cuando garantiza el respeto íntegro de los derechos fundamentales de los gobernados, el estricto cumplimiento de la ley y el establecimiento de políticas públicas orientadas a … Leer más
La eficacia de un sistema democrático va más allá del desarrollo de procesos electorales en los que se manifieste auténticamente la voluntad de los ciudadanos; ésta se obtiene plenamente cuando garantiza el respeto íntegro de los derechos fundamentales de los gobernados, el estricto cumplimiento de la ley y el establecimiento de políticas públicas orientadas a propiciar la igualdad social y disminuir las diferencias económicas.
Requiere para ello, de la participación activa de los diversos sectores de la población, y a éstos se les da la voz por diversos conductos, entre ellos por los Partidos Políticos, que tienen como misión precisamente la de abanderar las inquietudes y las exigencias de la sociedad. Ese es el cauce establecido por la Constitución por el que se plantean las exigencias, las ideas, las propuestas, y las soluciones, de manera tal que cuando los Partidos incumplen su función, las voces y las expresiones se salen de su cauce y se hacen presentes con plantones, marchas, protestas en parques, plazas, calles, avenidas, y edificios públicos.
Es decir; los Partidos Políticos y las organizaciones sociales son los interlocutores entre Gobernantes y Gobernados, de manera tal que cuando falla esta interlocución, por ineficacia de los líderes, o por cerrazón de las autoridades, se desbordan las protestas y causan estragos y molestias en otros sectores de la población, pues cuando hay una expresión social fuera de cauce, se debe a que falló la interlocución y es necesario restaurar el canal de comunicación para readquirir la tranquilidad y la armonía.
Por eso es muy importante la presencia activa de los Partidos Políticos y las Organizaciones sociales, aunque debemos decirlo, en nuestro país, todos los Partidos, unos más otros menos, se encuentran desgastados; han perdido su identidad y se ven como símbolos de corrupción, de tráfico de influencias, de impunidad, a grado tal de que la población no sabe en qué creer y eso explica la necesidad de que definan su identidad, aumenten su militancia y se abran a las organizaciones civiles.
En nuestro país, sólo un poco menos del 10% de la población en edad de votar están afiliados a un Partido Político. Es decir, el 90% no cree en los Partidos, y eso significa que no sabrá por qué cauce buscar la comunicación con la esfera gubernamental, con el riesgo de caer en la desesperación o en el engaño.