Reglas básicas para un informe

La cultura política mexicana ha consagrado el mes de septiembre como un espacio para el culto a la personalidad del político. Septiembre no sólo es un mes de simbolismos pasados y presentes de los personajes y la política.  Las festividades del mes septiembre están ligadas a personajes que ejercieron el poder y el control del … Leer más

La cultura política mexicana ha consagrado el mes de septiembre como un espacio para el culto a la personalidad del político. Septiembre no sólo es un mes de simbolismos pasados y presentes de los personajes y la política.  Las festividades del mes septiembre están ligadas a personajes que ejercieron el poder y el control del Estado.

Septiembre en lo que podríamos llamar un tipo de “ pre-modernidad política”; es el tiempo, espacio y fechas, que el calendario político, administrativo y gubernamental, establecido en la Constitución para que el político, representante popular o gobernante de distintos niveles de gobierno rindan cuenta (informen), del estado que guarda la administración (federal, estatal o municipal). Este es el momento cumbre donde el político muestra su desempeño y capacidad a sus electores, es la catarsis del acierto en la elección, es la certeza del triunfo del ciudadano y es la abdicación de la racionalidad del pueblo.

Para que este escenario se materialice hay algunos requisitos básicos de protocolo, que se deben incluir al  momento de un informe.

Se debe escoger el tipo de público al que se le va a dirigir el informe.

Los receptores deben estar previamente seleccionados, un contenido racional para unos y un contenido emocional para otros.

El escenario es importante y debe ir de acuerdo al objetivo del mensaje político del informe (algunos optan por incluir símbolos del pasado, otros por escenarios modernos).

La selección de la información que se escoja debe ser importante y esa información debe poner en el centro al que informa incluso por encima de la misma información.

En el recorrido de la información de acentuar los párrafos que le permitan lucirse.

El discurso tendrá palabras y conceptos que eleven la animosidad de los presentes (palabras y arengas llegadoras).

El mensaje semiculto o bien muy expreso según el momento y tiempo, debe prometer y proyectar una promesa política de bienestar o acceso a algún bien. Eso pega.

El discurso mostrará a un personaje que sabe a dónde va la sociedad y tienen soluciones para todo. El político es el conductor de la sociedad y debe dar certeza a los ciudadanos del futuro cercano.

El formato de informe y forma de presentarlo deben mostrar a un gobernante moderno y capaz usar las nuevas tendencias y herramientas.

La imagen es vital, su persona y atuendo de reflejar las aspiraciones de un grupo social con la que se relaciona y es referente.

Nota. Los informes son en nuestro régimen el mecanismo que presenta la personalización, apropiación y patrimonialismo del gobernante.




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