Redes de corrupción

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

Antes el objetivo era la captura de peces gordos, ahora se trata de destruir las redes de corrupción. La entrega del control de puertos y aduanas al Ejército y la Marina es un sorpresivo golpe al esquema de corrupción que agarró desprevenidos a las élites empresariales y políticas operadoras de la corrupción a gran escala … Leer más

Antes el objetivo era la captura de peces gordos, ahora se trata de destruir las redes de corrupción.

La entrega del control de puertos y aduanas al Ejército y la Marina es un sorpresivo golpe al esquema de corrupción que agarró desprevenidos a las élites empresariales y políticas operadoras de la corrupción a gran escala que inunda al país de armas, insumos de drogas sintéticas, ganancias del narcotráfico y mercancías; la medida supera los demoledores efectos del golpe asestado al huachicol operado desde la Torre de Pemex y se complementa con la operación sistemática  de la Unidad de Inteligencia Financiera contra las ganancias del crimen organizado depositado en el sistema bancario; el video mostrando músculo del cártel Jalisco Nueva Generación sumada a la virulencia del acorralado cártel de Santa Rosa de Lima en Guanajuato son la reacción manifiesta de los que ahora constatan el equívoco de los frívolos que caricaturizan la política contra la delincuencia en “Abrazos, no balazos”, sacando de contexto una frase de López Obrador en el tercer debate entre candidatos presidenciales como respuesta a la sugerencia del “Bronco” para que se abrazaran entre sí.

César Duarte anotó un gol a favor de su futuro político cuando siendo diputado federal  le tocó introducir a hurtadillas a Felipe Calderón para que rindiera protesta como Presidente de la República en medio del clamor generalizado en contra del fraude electoral, pero ya como gobernador de Chihuahua “compró boleto” al humillar públicamente a Javier Corral, el panista que lo sucedió como gobernador de su estado, al invocar los problemas con la ley de Raúl Corral, hermano del actual mandatario que no ha dejado de perseverar en su afán de llevarlo ante la justicia, del esperado proceso se esperan muchas derivaciones en contra de políticos de peso completo del viejo régimen responsables de escandalosas desviaciones de recursos públicos al PRI.

Emilio Lozoya nunca imaginó que saldría balconeado en el proceso penal instaurado en contra del empresario Odebrechet, quien manifestó con todas sus letras que por su conducto entregó varios millones de dólares para la campaña de Peña Nieto, para el colmo de males, Lozoya involucró cuentas bancarias de su madre, de su esposa y de una de sus hermanas, hecho que puso a toda la familia contra la pared, sabiéndose perdido opta por decir lo que puede probar en condición de testigo colaborador, figura recién incorporada al procedimiento penal mexicano que en este caso aliviará la circunstancia a las mujeres que embarró.

Simulación

Las redes de corrupción trascienden a “los muy vistos” tal como los cárteles sobreviven a la caída   de sus jefes, el sistema político mexicano acostumbra sacrificar individualidades preservando sus redes.

Ahora están vivos y a buen resguardo dos protagonistas estelares de redes de corrupción electoral que será posible desmantelar a partir de la información que aporten. Tanto Duarte como Lozoya salpicarán todo el territorio.

En la época de democracia simulada que inauguró el fraude de 1988 se gestaron modalidades de corrupción donde los gobernadores de cada partido metían recursos en otros estados a sus candidatos respectivos, en ese contexto se produjo la operación que ahora tiene en problemas a César Duarte y coacusados.

Zacatecas desvió dinero reforzando candidaturas en otros estados y gobiernos de otros estados desviaron dinero público reforzando candidatos en Zacatecas. En las elecciones de 2010 quedó evidenciada la participación del Gobierno de Humberto Moreira en el proceso que habría de regresar al PRI a gobernar como lo muestran el zafarrancho en la Colonia “Los Geranios” cuando un núcleo de activistas del PRD sorprendió a funcionarios de Coahuila con numerosos fajos de billetes destinados al proceso y el lote de autos Tsuru que el PRI recibió desde Monterrey y que motivó la intervención de la Procuraduría del Estado. Tales “ayudas” no se dan de gratis.

Se es o no se es

Zacatecas gestó redes de corrupción local visibles en la obra pública, pero también presentes en otras áreas que han sobrevivido 4 períodos gubernamentales, tal situación ha provocado extrema debilidad en las finanzas públicas locales, precariedad en los servicios públicos y falta de dinamismo económico, todo lo que se traduce en pobreza, falta de empleos y delincuencia exacerbada .

El ineludible reto zacatecano es aprovechar el vuelo que trae la batalla nacional contra la corrupción para deshacer las redes locales sin perseguir ilegalmente y sin alcahuetear a nadie pero concentrando el tiro en evitar que la corrupción continúe.

Los campos están perfectamente delimitados: Se está contra la corrupción o a favor de la impunidad, los tibios, los que siempre están “sí pero no”, los ilusamente neutros, no tienen mucho espacio en esta histórica batalla.

Siempre hay motivos para luchar y siempre hay pretextos para no luchar.




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