“Adoloridos” y Punto Final

Pablo Torres Corpus.
Pablo Torres Corpus.

El dólar sigue alto, igual que el pesimismo por la depreciación del peso, y pese al cúmulo de información disponible y lo sofisticado de las herramientas estadísticas, hay miles de personas que siguen creyendo que determinar el precio del dólar es facultad del presidente de la República. En México, ni el presidente ni ningún otro … Leer más

El dólar sigue alto, igual que el pesimismo por la depreciación del peso, y pese al cúmulo de información disponible y lo sofisticado de las herramientas estadísticas, hay miles de personas que siguen creyendo que determinar el precio del dólar es facultad del presidente de la República.

En México, ni el presidente ni ningún otro funcionario pueden determinar el precio del dólar, quienes añoran que este fije el tipo de cambio, valdría la pena recordarles lo que ha ocurrido en México y en todo el mundo cada vez que se ha pretendido fijar por decreto algún tipo de cambio.

Otros miles le exigen al Banco de México (Banxico) que establezca un dólar barato, pero tampoco se puede por decreto.
Como hemos comentado en anteriores entregas, el precio del dólar se fija desde 1995 por la ley de la oferta y la demanda, si hay muchos dólares en circulación su precio baja, si hay pocos dólares, el precio sube.

Bajo esta lógica y a grandes rasgos, hoy hay menos dólares en el mercado, por eso su precio ha subido, el porqué hay pocos dólares en el mercado obedece a varios factores, uno es que el dólar se ha apreciado a nivel mundial.

Se ha apreciado porque la economía de Estados Unidos se ha recuperado; además en México hay menos dólares porque ha bajado el precio del petróleo y con esto miles de millones de dólares han dejado de entrar al país, por eso hay menos dólares, y al haber menos, cuesta más.

Y si no se puede fijar el precio del dólar, ¿qué se puede hacer desde México? A los pesimistas lamento decirles que se ha hecho lo que se tiene que hacer por lógica económica y por ley.

Banxico utiliza sus reservas para subastar dólares, esto evita que “artificialmente” el dólar suba más de lo que debería subir.
Las subastas no son para que el dólar sea barato, son, en esencia, para garantizar liquidez; es decir, para que en el mercado haya dólares que se necesitan. No más, pero tampoco menos.

Tampoco las reservas son la alcancía del gobierno ni se pueden utilizar para gasto corriente, las reservas son para lo que se están usando.

Punto Final
Estos mismos argumentos se manifestaron en las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

*[email protected]




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