No le gustan las mediciones a AMLO

Luis Enrique Mercado.
Luis Enrique Mercado.

Al presidente Andrés Manuel López Obrador ya no le gustó la medición del Producto Interno Bruto. Él, como candidato, prometió que lo haría crecer al 6% anual, pero ante el fracaso de su estrategia, sugiere que mejor se hagan otras mediciones. No lo hace por un interés académico y ni siquiera porque en verdad le … Leer más

Al presidente Andrés Manuel López Obrador ya no le gustó la medición del Producto Interno Bruto. Él, como candidato, prometió que lo haría crecer al 6% anual, pero ante el fracaso de su estrategia, sugiere que mejor se hagan otras mediciones.

No lo hace por un interés académico y ni siquiera porque en verdad le interese el tema de fondo, sino simple y sencillamente porque el PIB actual está diciendo que su estrategia económica está equivocada.

Quiere fabricar, él mismo, un indicador que mida lo que le conviene, que le permite hablar de éxitos, que siempre muestre datos positivos de su gestión.

Hay que reconocer que el ejercicio en sí no es malo. Medir, además del valor, el bienestar es algo necesario.

Desde hace años, en todo el mundo, se disponen de otras mediciones además del PIB.

Este, solo mide el valor, expresado en pesos en el caso de México, de lo que producimos los mexicanos en un determinado periodo de tiempo; no mide el bienestar o malestar que produce dicha evolución; tampoco, la forma cómo se distribuyen los recursos.

Desde hace años hay esfuerzos, en México y en el mundo, para tener otras mediciones, además del PIB, que indiquen, por ejemplo, la sustentabilidad del actual modelo, el bienestar de la población a través de estadísticas sobre vivienda, salud yeducación.

La realidad es que ningún país tiene un tablero donde se vea el panorama del país desde diversos ángulos; cuando menos, por la forma como se toman determinadas decisiones, es claro que dicho tablero, o no lo tienen o no le hacen caso.

Eduardo Sojo, quien fuera director del INEGI en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto recuerda que desde 2012 el INEGI incorpora a su acervo de indicadores la medición del bienestar subjetivo.

Es probable que un esfuerzo muy trascendente en este tema lo haya hecho Nicolás Sarkozy, presidente de Francia, cuando, en febrero del 2008, insatisfecho por las estadísticas sobre su país, integró una comisión plural, de economistas, sociólogos, ambientalistas, para crear un nuevo modelo de mediciones.

Dicha comisión fue presidida por Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía 2001.

La llamada Comisión para la Medición del Desarrollo Económico y el Progreso Social produjo un interesante informe con 12 recomendaciones concretas sobre el tema.

Por principio de cuentas, establece la necesidad de completar el conjunto de estadísicas con los que medimos el progreso de las naciones y las sociedades.

Diferencia muy bien las mediciones, como el PIB que miden el valor, con las que deben medir el bienestar de la sociedad y de los individuos, el medio ambiente, la sustentabilidad y los riesgos futuros.

Se trata de un conjunto de estadísticas que permitan a los dirigentes políticos tomar mejores decisiones para incidir en aquellos aspectos a mejorar o contener; a los académicos, estudiar de manera más profunda y consistente los diversos fenómenos que genera la humanidad y a la sociedad en general, tener datos en los cuales confíe.

Si duda la sugerencia de López Obrador podría ser muy útil para México y los mexicanos, siempre y cuando lo hagan quienes saben, en un conjunto plural, como fue la Comisión Sarkozy y que no se trate solo del enojo de un gobernante al que no le gusta que los actuales indicadores se le enciendan en rojo y le digan que está fracasando.

*Twitter @jerezano52




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