No hay razones para una recuperación

La esperanza de una ligera reactivación de la economía mexicana en el 2020 no tiene ninguna base real; lo más probable es que entremos en recesión y que este año se profundicen las malas señales. Hay quienes consideran que los números rojos de la economía mexicana se deben a la elevada tasa de interés que … Leer más

La esperanza de una ligera reactivación de la economía mexicana en el 2020 no tiene ninguna base real; lo más probable es que entremos en recesión y que este año se profundicen las malas señales.

Hay quienes consideran que los números rojos de la economía mexicana se deben a la elevada tasa de interés que mantiene Banco de México.

Gerardo Esquivel, Amlover, quien es subgobernador del Instituto Central, quiso, el 19 de diciembre del año pasado, que Banxico fuera más agresivo y bajara la tasa medio punto porcentual y desde la oficina de la Presidencia, Alfonso Romo ha sido claro en que se necesita que Banxico baje la tasa para que la economía crezca.

Sin embargo, el problema de la economía mexicana no es de origen monetario, sino que se debe a una falta de confianza en la estrategia económica de este gobierno.

Esa falta de confianza se genera con declaraciones del Primer Mandatario en contra de la iniciativa privada y en acciones concretas como la cancelación del proyecto del NAIM, la cuasi derogación de la reforma energética del sexenio pasado y el continuo cambio de reglas para los inversionistas.

No obstante, a pesar de la realidad que llevó a la economía mexicana a la contracción en 2019, hay quienes confían en una ligera reactivación en estos doce meses.

Hay quienes piensan que la entrada en vigor del T-MEC será gasolina para la economía mexicana.

Sin embargo, los efectos de esta nueva versión del tratado no se producirán, por el sencillo hecho de que el comercio entre Estados Unidos, Canadá y México ya estaba activo gracias al TLC, un tratado más favorable a México que el T-MEC.

Otros aseguran que habrá reactivación por el compromiso del sector privado de invertir 859 mil millones en el Plan Nacional de Infraestructura.

Habrá que decir que este compromiso de inversión es menor a lo que el sector privado ha invertido anualmente en los últimos cinco años y que, para muchos, se trata solo de un compromiso de carácter político que no necesariamente se cumplirá.

En la Junta de Gobierno de Banxico del 19 de diciembre del año pasado dice el comunicado: “la mayoría de los miembros señaló que en un entorno de marcada incertidumbre, el balance de riesgos para el crecimiento continúa sesgado a la baja”.

Y también la mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno mencionó que es necesario atenuar otros factores de incertidumbre, como la gobernanza, la certeza jurídica y la inseguridad.

En términos generales, los pronósticos indican que la economía mexicana podría crecer alrededor del 1% este año; la verdad es que no hay bases para suponer una reactivación, en la medida que las condiciones que desplomaron la economía no han variado.

El gobierno mantiene una estrategia económica equivocada, la falta de seguridad jurídica se mantiene, los cambios de reglas se siguen produciendo y si la estrategia no cambia, no hay razones para suponer resultados diferentes a los que se vieron en 2019.

Hasta el próximo lunes y mientras, sígame en mi página de FB Perspectivas de Luis Enrique Mercado y en mi cuenta de twitter @jerezano52.

 

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