Mi delito… no querer a mi bebé

Historias de Lobos.
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¿Qué es lo que lleva a una mujer a privar de la vida a su hijo recién nacido? Hay delitos en los que la razón humana, ni la sensibilidad alcanzan para comprender ningún tipo de justificación para este tipo de delitos. Una joven mujer de 19 años. Dio a luz en el traspatio de su … Leer más

¿Qué es lo que lleva a una mujer a privar de la vida a su hijo recién nacido? Hay delitos en los que la razón humana, ni la sensibilidad alcanzan para comprender ningún tipo de justificación para este tipo de delitos.

Una joven mujer de 19 años. Dio a luz en el traspatio de su domicilio a su hijo primogénito, producto de un embarazo no deseado.

Durante la gestación trató de abortarlo, sin éxito. Sin embargo, al momento de darlo a luz, simplemente le quitó la vida.

Esta es la historia

En una comunidad de la ciudad de Zacatecas, una mujer joven de 19 años, vivía un apasionado romance con dos jóvenes, según ella misma relató: “Yo los quiero a los dos, a uno lo amo, pero no puedo vivir sin el otro”.

“Mis papás no lo saben, ellos no me dejan andar noviando, porque ellos querían que yo estudiara. A mí eso de la escuela no se me da.

“Veía a uno un día y a otro al día siguiente. Los veía a escondidas y yo les decía que no le fueran a decir a nadie para que mis papás no se fueran a enterar y luego, ya no me dejaran salir.

“Yo nomás estudié hasta sexto y me iba a trabajar a las casas, para ayudarles a mis papás.

“En una de las casas, que era la de un muchacho que sus papás tenían mucho ganado. Él me empezó a hablar para que fuéramos novios, pero yo andaba indecisa porque no sabía qué iba a hacer con los otros dos.

“Este muchacho me gustaba bien mucho. Yo pensé que mejor sí le iba a hacer caso, porque yo sí me quería casar con él. Nunca le dije que ya tenía novio.

“Nos veíamos en la casa de él cuando yo acababa de limpiar su casa y él llegaba de andar con los animales echándoles el rastrojo. De ahí nos íbamos al corral.

“Él me decía que me iba a robar para que nos casaran, pero nomás me decía que para la otra semana y que para la otra semana y no sé llegaba.

“Me decía que para la otra semana que, porque su papá llegaría del otro lado y para aprovechar que fueran a hablar con mis papás. Mientras seguía con los otros dos novios, pero ya nada más me interesaba este chavo.”

No se llegaba el día

“Así seguía diciéndome que ya mero me robaría y yo si le creía. Pasaron como 6 meses y de pronto me di cuenta de que no me llegaba mi regla y me sentía muy mal. Yo no sabía ni qué hacer porque no sabía bien de quién era el niño.

“Yo les dije a los tres que ya estaba embarazada. Para esto los dos primeros ya me había cachado de que yo andaba con el hijo de mis patrones.

“Uno me dijo que yo era una “güila” que no valía la pena y que mejor ni le moviera, porque él sí me iba a poner unos balazos y que le fuera a enjaretar a mi hijo a otro pendejo.

“Me dijo cosas muy feas, que él no engendraba niños con prostitutas como yo y que mejor sería que me muriera porque ese niño iba a tener una madre que no valía ni una madre (Sic.)”

“Mis patrones me corrieron de la casa, me quedé sin trabajo, pero él ya no me volvió a hablar, se me escondía o me sacaba la vuelta; pero en el fondo de mi corazón yo sabía que el niño era de él.”

Traté de sacármelo

“Yo me sentía muy mal, me daban muchas ganas de vomitar, me mareaba a cada rato y me sentía muy desesperada, porque si mi familia se daba cuenta me iban a matar.

“Fui con una señora para que me diera unas hierbas para que se me saliera el chamaco, yo no lo quería.

“Me las tomaba y nomás se me venían unas hemorragias con cólicos muy fuertes, pero no se me salía nada, esas hierbas me daban mucho sueño.

“Luego una amiga me dijo que fajándome no se me notaría y me hice una faja de manta que me ponía bien apretada para que no me fueran a notar mis papás. Al que le tenía más miedo era a mi papá.”

Se casaría con otra

“Yo me sentía gorda y me ponía ropa bien floja, seguía buscando al que yo sabía era el papá del escuincle. Pero seguía sin hacerme caso, luego supe que andaba con una muchacha de la escaramuza y ya se iba a casar con ella.

“Eso me dio mucho coraje. Empecé a pensar muchas cosas. Me daban hartas ganas de matarlo, de irle a desgraciar la boda con esa muchacha. Me daban ganas de ir a pisotearle el vestido y llenárselo de lodo.”

Llegó el momento

“Yo me empecé a poner malilla como a eso de las 12 del día, se me rompió la fuente. Le siguieron dolores, yo no sabía qué hacer.

“Ya como a eso de las 7 yo ya no aguantaba los dolores, me fui para atrás del corral de mi casa, ahí había muchas cosas y cajas. Me fui atrás del lavadero y ahí afuera del baño sentí que nació el chamaco.

“Yo sentí que se me cayó, porque yo estaba parada y cuando se me salió como salió con mucha fuerza, se cayó, porque estaba resbaloso y yo no lo podía agarrar bien, yo no lo oí llorar, me asusté mucho y lo eché en una caja y ahí lo dejé.”

Las lesiones del cuerpo del bebé

Fractura craneoencefálica, muerte por hipotermia. Lesiones que no concuerdan a una caída simple. Las lesiones son propias a un golpe con efecto proyectivo con impulso.

La confrontación

Como las lesiones no eran afines a lo declarado por esta mujer se confrontó con su historia y contradicciones.

“Yo no lo quería, yo no quería estar embarazada, debería estar casada para tener a un hijo. Yo no lo maté, estaba resbaloso y se me cayó. Yo lo quise agarrar bien, pero se me cayó.

“No le hablé a nadie, porque yo creí que no se darían cuenta, porque si recogían la basura, ni lo iban a ver. Yo no sé ni cómo lo vieron.”

En todo momento ella hablaba de un bebé de sexo masculino, cuando en realidad era una pequeña bebita, la mujer no se percató del sexo de su bebé, ya que en ningún momento le brindó cuidado, ni caricias ni un solo gesto de protección.

Su justificación

“Yo desde un principio me lo quería sacar, otras mujeres se los han sacado con las hierbas que les dan ahí. A mí no me hicieron efecto y el chamaco se quedó ahí. Yo no lo quería, por eso me vendaba para que no se me notara.

“Cuando nació me asusté bien mucho y antes de que llorara, lo agarré de las patitas y lo sorrajé contra el piso, como era de tierra, pues ni le pasó nada.

“Como ahí estaba el lavadero, pues lo sorrajé y ya no se movió, mi hermana si alcanzó a oír algo; pero yo le dije que era un gato. Sí se la creyeron.

“Me cacharon porque cuando sacaron las cajas para que se las llevara la basura notaron que una pesaba y la abrieron y ahí vieron al niño.”

Después se enteró que era una niña, ella mostró sorpresa, pero no expresó dolor, no mostraba remordimientos en un inicio.

Luego se mostró abrumada, más aun cuando su hermana mayor que tiene cuatro hijos le gritaba que le hubiera dado a la niña.

La familia no lo puede entender, no comprenden que ella hubiera sido capaz de algo así.

Trastornos emocionales durante el embarazo

Durante el embarazo y el puerperio se presentan cambios bioquímicos, hormonales, psicológicos y sociales que ocasionan una mayor vulnerabilidad en la mujer para la aparición de trastornos psíquicos.

Cerca del 80% de las mujeres sufren algún tipo de alteración durante estas etapas, las cuales pueden ir desde molestias leves y transitorias como la tristeza y el llanto, incluyendo síntomas como la angustia y la dificultad de vincularse con su hijo, hasta situaciones graves como inclinaciones suicidas.

En algunos casos, los trastornos del estado de ánimo en el postparto, debido a la falta de información, no son considerados como una enfermedad.

Por el contrario, suelen atribuirse a una dificultad en la capacidad de la madre, o a falta de fortaleza y determinación para superar un periodo difícil de la maternidad.

Aunado a esto, los profesionales de la salud pueden llegar a subdiagnosticar (en cerca del 50% de los casos) o confundir dichas patologías.

Por lo mismo, hay mujeres que al no tener una evaluación y asesoramiento oportunos, no logran acceder a un tratamiento adecuado.

Esto, a su vez, puede hacer que los síntomas se intensifiquen o que el problema se convierta en un padecimiento crónico, y que la mujer, el recién nacido, la pareja y la familia, tengan una mala calidad de vida.

En determinados casos, como resultado de la falta de una intervención apropiada, pueden presentarse consecuencias graves y estar en riesgo la vida de la mujer y/o de su hijo.




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