Mente y vida

Gerardo Luna Tumoine.
Gerardo Luna Tumoine.

Hoy los seres humanos aunque estemos a una distancia tan física del otro, sin embargo, somos capaces de reunirnos virtualmente y todos nos dedicamos al bienestar de los demás. Queremos preguntarnos cómo podemos unir a la humanidad, con resiliiencia y compasión, y considerando el alto nivel de malestar asociado a esta pandemia global, ¿qué habilidades … Leer más

Hoy los seres humanos aunque estemos a una distancia tan física del otro, sin embargo, somos capaces de reunirnos virtualmente y todos nos dedicamos al bienestar de los demás. Queremos preguntarnos cómo podemos unir a la humanidad, con resiliiencia y compasión, y considerando el alto nivel de malestar asociado a esta pandemia global, ¿qué habilidades podemos adoptar para lidiar con la ansiedad y la incertidumbre?.

Esta enfermedad es grave, muchos expertos le están prestando atención. Veo todos los esfuerzos y la ayuda que están dando a tanta gente, tanto la de los que investigan como la de los que proporcionan tratamiento y cuidados. Muchos médicos y enfermeras están poniéndo en peligro sus propias vidas. Creo que el miedo empeora el efecto de la enfermedad. Necesitamos una mente estable, un maestro de Nalanda del siglo VIII, Shantideva, aconsejó que examináramos la situación en la que nos encontramos.

Si un problema tiene solución, debemos trabajar para encontrarla; si no la tiene, no sirve de nada perder el tiempo pensando en ello. Este es un enfoque práctico, es útil para reducir nuestro miedo y nuestra ansiedad. En el contexto de los mundos y galaxias en evolución, una vida humana es diminuta, pero, cuando termina, el fin no es permanente. Una parte de la mente prosigue, vida tras otra.

Entre otros graves problemas a los que nos enfrentamos, una gran cantidad han sido creados por nosotros mismos. En América estos días se están llevando a cabo protestas contra la injusticia racial. Mucho de esto depende de nuestra actitud mental. Debemos promover un sentido de la unidad de la humanidad, lo cual me comprometo a hacer.

Entre los siete mil millones de seres humanos que viven hoy en día, todos nacemos de la misma manera y todos morimos de la misma manera. Entre medias, mientras estamos vivos, puede haber pequeñas diferencias entre nosotros, pero esencialmente, todos somos iguales como seres humanos.

Es más, el futuro de todos nosotros depende de la humanidad. Pensar en «nosotros” y «ellos” sobre la base del color o la fe es una vieja forma de pensar. Hoy en día en la economía global no hay fronteras. Enfatizar las pequeñas diferencias entre unos y otros da lugar a problemas y provoca conflictos. En lugar de eso, debemos pensar en toda la humanidad.

Podemos pensar de una manera cuando somos jóvenes y de otra cuando somos mayores, pero a pesar de estas diferencias seguimos considerándonos la misma persona. Hacer distinciones con base en el color, la fe o la nacionalidad nos distrae del hecho de que todos somos iguales en cuanto que seres humanos. Esto es algo que debemos compartir con los demás, porque todos tenemos que vivir juntos en este planeta. Somos mental, física y emocionalmente iguales. Concentrarse en diferencias superficiales es una tontería.

*[email protected]




Más noticias

Gerardo Luna Tumoine
Gerardo Luna Tumoine
Gerardo Luna Tumoine

Contenido Patrocinado