La conciliación entre la vida laboral, familiar y personal ¿es posible para las mujeres?

De acuerdo con el INEGI, las mujeres le dedican 40 horas a la semana al trabajo no remunerado (tareas domésticas y de cuidado) y los hombres solo 15.9 horas.

La conciliación entre la vida laboral, familiar y personal parece un imposible para las mujeres, y aquella frase de María Fernanda Vélez que establece que: “se exige a las mujeres ser madres como sino trabajáramos y trabajar como si no tuviéramos hijos[1] es una realidad para las mexicanas.

¿Pero por qué?, pues de acuerdo con los roles sociales y los estereotipos de género, a las mujeres se nos han asignado una serie de labores domésticas y de cuidado, que no dejan de exigirse al estar incorporadas al trabajo formal o informal, esto sin duda es uno de los grandes frenos para el desarrollo profesional de las mujeres.

En este sentido, de acuerdo con el INEGI, las mujeres le dedican 40 horas a la semana al trabajo no remunerado (tareas domésticas y de cuidado) y los hombres solo 15.9 horas, es decir, ellos le dedican menos de la mitad de tiempo, es por esto que es más sencillo que puedan acceder a puestos más demandantes o a horas extras.

Con el objetivo de equilibrar la balanza, en Zacatecas contamos con una Ley para la Igualdad Sustantiva entre Mujeres y hombres, en la que se establece la obligación de impulsar políticas públicas en para la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, sin embargo, el esto no ha sucedido.

Incluso con el objetivo de crear mejores condiciones de trabajo y lograrlo conciliar con la vida familiar se creó la Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015[2] en Igualdad Laboral y No Discriminación es un mecanismo de adopción voluntaria para reconocer a los centros de trabajo que cuentan con prácticas en materia de igualdad laboral y no discriminación, para favorecer el desarrollo integral de las y los trabajadores, es una certificación con la que todas las instituciones deberían de contar, tanto en el ámbito público como en el privado.

Esta normatividad promueve la redistribución del trabajo doméstico, pues busca la participación en el hogar en manera igualitaria tanto por hombres como por las mujeres, un ejemplo de esto es su apuesta por promover licencias de paternidad con la misma duración que las de maternidad, esta propuesta entraña la modificación de un rol social que estaba destinado exclusivamente para las mujeres, pues se pretendía que durante esos 90 días las mujeres se dedicaran exclusivamente a la crianza, mientras que los hombres salían a trabajar para proveer, ahora con esta nueva norma se busca la participación equitativa.

Si bien, es una legislación que es de observancia opcional, es indispensable que todas las instituciones tanto privadas como públicas cuenten con estas condiciones mínimas en materia de igualdad, desafortunadamente esta norma oficial no ha causado un gran impacto, debido a que es optativa.

La conciliación entre la vida laboral, familiar y personal es algo posible, pero debe ponerse en marcha todo un engranaje jurídico que sea obligatorio, pues de lo contrario los avances no serán los que esperamos, y la igualdad de género continuará postergándose como una meta inalcanzable.

[1] Frase de María Fernanda Vélez.

[2] Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015, disponible en https://www.gob.mx/inmujeres/acciones-y-programas/norma-mexicana-nmx-r-025-scfi-2015-en-igualdad-laboral-y-no-discriminacion




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