Vote bien

Hace seis años ya que en este mismo espacio escribía yo a usted invitándolo a no votar por quien ya fue el presidente de este país, período durante el cual nos ha causado tanto daño a sus instituciones y a sus gobernados. Comienza la cuenta regresiva hacia una nueva oportunidad con que todos contamos para impedir que esta destrucción continúe. Sí quisiera comenzar esta reflexión insistiendo a usted a que no vote por ese “proyecto” de continuidad, sino que vote por el cambio que necesitamos de forma tan urgente. Que reflexione bien y no se tome a la ligera este importantísimo ejercicio de su derecho a elegir. Y que lo haga de forma útil, además, es decir, si no va a votar por quienes le están haciendo daño a México desde la cúpula del poder, vote por quien verdaderamente tiene posibilidades de echarlos para afuera de una vez por todas y conviértase, además, en promotor. La paz y el bienestar de nuestros hijos, de nuestro propio futuro, está en juego.

Pero en caso de que por alguna razón que, permítame decírselo, honestamente no podría comprender y, por supuesto, no compartiría con usted, considera que la candidata oficial es quien cubre sus expectativas entonces por lo menos sea cuidadoso y póngale un justo contrapeso en el congreso. No vote, como ellos están promoviendo “todo Morena”. Estaría cometiendo el error más grave de su vida y, créamelo, un día llegaría a arrepentirse de haber hecho la tontería más grande entre todas las tonterías.

Los tres poderes en México forman una estructura que brinda equilibrio, armonía y dinamismo a la administración pública. Es muy conveniente que exista la pluralidad para asegurar que los intereses de todo mexicano como usted y como yo se encuentren bien representados y que no lleguen a constituirse bloques que sólo aseguren el progreso de unos cuantos. En resumidas cuentas: no les dé la cuchara grande porque se van a despachar a placer con ella, ya nos lo han demostrado.

Vaya a votar el próximo domingo. Y no se vaya solo. Asegúrese de que la mayor cantidad posible de personas que se encuentran en su entorno lo hagan, acompáñese de ellas, de ser posible. Reflexiónelo bien y tómese su tiempo. Estas serán las elecciones más grandes de la historia de México y va a haber que poner muchas “tachitas” en un montón de papeles, no se vaya a equivocar. Tenga presente una cosa: votar es su derecho, pero es también su obligación, y es obligación de hacerlo bien, además. Porque si usted no vota por la razón que sea y considera que sólo está renunciando a un derecho de forma legítima es usted un irresponsable que está dejando su destino y el de muchos otros en manos de quien quizás no resultaría conveniente que lo estuviera, tómelo en cuenta.
Recuérdelo: vaya con tiempo, vote, pero vote bien.

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