Secuelas del Covid-19

Esta semana se cumplió el primer mes de confinamiento que diferentes sectores, públicos y privados, adoptaron en el marco de la pandemia, de la cual también es parte nuestro país. Más allá de las cifras que se manejan internacionalmente, con más de 2 millones 400 mil 91 contagios y 165 mil muertos a nivel global, … Leer más

Esta semana se cumplió el primer mes de confinamiento que diferentes sectores, públicos y privados, adoptaron en el marco de la pandemia, de la cual también es parte nuestro país.

Más allá de las cifras que se manejan internacionalmente, con más de 2 millones 400 mil 91 contagios y 165 mil muertos a nivel global, la pandemia es el fenómeno de salud que está trasformando al mundo; sus hábitos, costumbres, mecanismos, formas de laborar, de transportarse, comprar y de sociabilizar.

En el caso particular de nuestro país, los impactos y secuelas aún no son medibles en su dimensión temporal; lo que sí se conoce es que se enfrentará la más grande crisis económica de la historia moderna de México.

El mundo ha cambiado; la sociedad que se construyó después de la Segunda Guerra Mundial se ha esfumando.

El México y Zacatecas que se vivían en marzo del presente año han cambiado. Nuestro país enfrentará una crisis sin precedentes en materia económica, que se agrava por la crisis petrolera dado que este recurso representa más del 18% del Producto Interno Bruto (PIB).

En el terreno de la política, ¿cuáles serán los impactos? Los inmediatos son el aplazamiento de las elecciones en los estados de Hidalgo y Coahuila; el descenso en la intención del voto del partido oficial, una percepción distinta del gobierno central y el crecimiento de algunos gobernadores en la percepción nacional.

En el futuro inmediato, ante las ausencias, precariedades, poca eficacia y vacíos que se generen en la acción gubernamental, emergerán nuevos actores con mayor empatía, responsabilidad, solidaridad y valores que en este momento son esenciales para generar cohesión social y unidad.

En ese contexto, la sociedad civil deberá tener un rol más activo con respecto a la actividad gubernamental y de los partidos políticos, porque al final, la gestión de la actual crisis y de la que se avecina nos corresponde a todos.

En esta crisis nos necesitamos todos, desde la responsabilidad individual hasta la solidaridad del Estado.

Esta es la oportunidad para reconstruir una nueva relación entre ambos, es el momento para que la sociedad recobre su sentido más humano y el gobierno su vocación social.

Nota: A pesar del avance de la ciencia, enfrentamos la actual crisis con las estrategias del medievo (cuarentena y confinamiento).

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