La digna institucional

La violencia contra las mujeres ha sido una práctica en la cultura mexicana, ésta ha sido no solo física, también es psicológica, laboral, familiar, verbal, inclusive musical; hay todo un repertorio que forma parte del cancionero popular mexicano. La violencia llevada hasta su máxima expresión (transformada en feminicidio), irrumpe en los medios nacionales a finales … Leer más

La violencia contra las mujeres ha sido una práctica en la cultura mexicana, ésta ha sido no solo física, también es psicológica, laboral, familiar, verbal, inclusive musical; hay todo un repertorio que forma parte del cancionero popular mexicano.

La violencia llevada hasta su máxima expresión (transformada en feminicidio), irrumpe en los medios nacionales a finales de la década de los 90. En los años posteriores se focaliza por los medios de comunicación en las ciudades fronterizas (Ciudad Juárez). En los años siguientes los medios de comunicación prestan atención a la problemática de la violencia contra las mujeres y se publicitan casos a nivel nacional. Paralelo a ello, en 2001, se crea el Instituto Nacional para las Mujeres con el objetivo de combatir la violencia y la discriminación contra las mujeres.

En Zacatecas, el proceso institucional comenzó en 1999, cuando se creó el Instituto para la Mujer Zacatecana como órgano desconcentrado de la Secretaría General de Gobierno; a la fecha el modelo institucional ha venido evolucionado hasta convertirse en Secretaría de las Mujeres del Estado de Zacatecas.

Los objetivos han sido similares, sin embargo, la violencia permanente y continua hacia las mujeres en los últimos años, ha centrado los objetivos institucionales en los feminicidios.

En el 2020, los feminicidios y ataques a las mujeres han impactado a la sociedad mexicana, así como han exhibido las omisiones y carencias institucionales en los procedimientos, protocolos y normatividades para atender este tipo de violencia (nuestros modelos jurídicos esquemáticos fueron ideados para un sociedad de siglo XX) para el siglo XXI y las problemáticas que ahora se enfrentan existe un vacío.

Por ello, los retos institucionales siguen siendo consolidar el tipo penal de feminicidio de conformidad a la naturaleza social del concepto, la creación de protocolos que incluyan protección irrestricta a las víctimas, capacidad institucional, modos operandi, conductas y perfiles de potenciales feminicidas, así como capacitación permanente en temas de género a las instituciones encargadas de la procuración y administración de la justicia.

Ojalá que en el tema de género y prevención de violencia contra las mujeres como en otros rubros, en coyunturas emergentes se alinearan la voluntad política, los recursos públicos y la creación de políticas públicas.
Nota: El tema de género, el resurgimiento de un nuevo feminismo en nuestro país no solo puede y debe trastocar la cultura mexicana, también deberá generar la emergencia de nuevos actores políticos con nuevos mecanismos y modelos para hacer política.

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