El fondo soberano de Noruega
En 1969, se descubrió uno de los yacimientos petrolíferos marinos más grandes del mundo, su economía creció de manera impresionante.
¡¡¡Envidia de la buena!!! Hace unos días los medios dieron cuenta del resultado tan exitoso del Fondo Soberano de Noruega (Government Pension Fund Global) que es el mayor del mundo, y un ejemplo a seguir por las naciones productoras de petróleo.
En 1969, se descubrió frente a Noruega uno de los yacimientos petrolíferos marinos más grandes del mundo, lo que hizo que de repente hubiera mucho petróleo para vender de manera tal que la economía de Noruega creció de manera impresionante, pero ellos no se volvieron locos. De manera muy inteligente y acertada, los noruegos decidieron administrar adecuadamente la riqueza desde el principio y decidieron que los ingresos del petróleo y el gas deberían utilizarse con cautela para evitar desequilibrios en la economía. Así, el parlamento aprobó en 1990 una ley para respaldar esta consideración, y para el efecto creó lo que ahora es el Fondo Global de Pensiones del Gobierno Noruego (Government Pension Fund Global), y el primer dinero se depositó en el fondo en 1996. Como su nombre lo indica, se decidió que el fondo solo debería invertirse en el extranjero.
Los noruegos pensaron desde el principio que los ingresos del petróleo eran muy importantes para el desarrollo nacional, teniendo en cuenta que un día se acabaría el petróleo, y por ello había que tomar medidas para garantizar que ese dinero se usara de manera responsable; pensar a largo plazo y así salvaguardar el futuro de la economía noruega.
El Fondo Soberano es un fondo de inversión estatal que administra los ingresos generados por la explotación petrolera de Noruega, con el objetivo de garantizar la estabilidad económica y la prosperidad para futuras generaciones. Es conocido por su enfoque en la sostenibilidad, diversificación global y altos estándares de transparencia y se sustenta en el objetivo de preservar y aumentar la riqueza generada por los ingresos del petróleo garantizando que las futuras generaciones se beneficien de los recursos del país. Opera como un inversionista institucional global, diversificado en acciones, bonos y bienes raíces.
Está financiado por excedentes fiscales del petróleo y se ha convertido en el mejor de los fondos soberanos del mundo, según lo señala el Diario “El Economista”, que según dice, superó por primera vez los 20 billones de coronas ($1.8 billones de dólares en 2024). Este resultado ha generado un impacto económico fundamental, pues contribuye al bienestar social garantizando ingresos sostenibles para el futuro; desvincula el presupuesto nacional de la volatilidad de los precios del petróleo y genera rendimientos significativos que benefician directamente al gobierno noruego.
El manejo de este fondo está basado en cuidadosos criterios éticos y sostenibles en sus inversiones, apartándose de compañías relacionadas con altos niveles de emisiones de carbono y se destaca por su gobernanza y transparencia al ser administrado por el Banco Central de Noruega con altos estándares de transparencia y supervisión, publicando informes regulares y decisiones de inversión detalladas.
Al hablar de este llamado Fondo Soberano de Noruega no podemos dejar de pensar en la manera en que en México se han manejado los recursos generados por el petróleo y darnos cuenta que este Fondo y PEMEX representan enfoques opuestos en la gestión de los recursos derivados del petróleo. Noruega ha priorizado la inversión y sostenibilidad a largo plazo mediante un fondo bien gestionado, mientras que PEMEX está orientado a la explotación inmediata de hidrocarburos, con grandes desafíos financieros y operativos. México podría beneficiarse al estudiar la experiencia de Noruega, especialmente en términos de diversificación de ingresos y sostenibilidad económica.
Los mexicanos con tristeza vemos que la riqueza generada por el petróleo manejada por PEMEX, como responsable de la exploración, producción, refinación y distribución de hidrocarburos se ha ido diluyendo y contrario a lo que sucede en Noruega, se ha convertido en una carga para las finanzas nacionales pues opera con altos niveles de deuda con un modelo basado en combustibles fósiles y enfrentando enormes desafíos para adaptarse a la transición energética, siendo criticado por corrupción, ineficiencia administrativa y falta de transparencia. Un gran acierto de los noruegos, que se convierte en un ejemplo para el mundo.