Respeto por la autoridad

Huberto Meléndez Martínez.
Huberto Meléndez Martínez.

Desafortunadamente se ha perdido el respeto a la autoridad por diversas razones.

Con reconocimiento al abuelo Pedro Meléndez Mendoza y a papá Juan, QEPD.

Empezaba el año y el pendiente por el inicio de las labores agrícolas ocupaba los pensamientos de Don Pedro y uno de los vecinos.

“A estas alturas del año ya deberíamos tener nuestras tierras barbechadas, compadre. Se va a pasar la época del frío y la tierra ya debería estar volteada, para que se acaben las plagas que podrían estar ahí, después del último cultivo”.

“Cierto, compadre, pero creo que la gente ya se está enviciando. Mucho tuvo que ver el que el año pasado el Banco de Crédito al Campo declarase Pérdida total, cuando en realidad muchos tuvimos buena cosecha. Este año veo a mis compañeros con más pereza. ¿Qué sería bueno hacer?”.

“Pues a mí se me ocurre una idea. Vamos con Juan, a ver si nos ayuda”.

Fueron a ver a un muchacho que recientemente había adquirido una máquina de escribir.

“Oye, Juan: ¿Ya sabes manejar ‘el aparato’ ese?”

Sí, ya le aprendí, porque escribí los papeles de la pastorela que pusimos el mes pasado”.

“Por favor ayúdanos a hacer un oficio. Como si lo enviara el Delegado del Banco”.

Le expusieron la idea y en términos generales el mensaje era:

C. Presidente del Comisariado Ejidal. Presente. Por este medio le informo que en próximas fechas estaremos realizando visitas de supervisión a las comunidades de ese Municipio, con el fin de verificar si ya realizaron las acciones preparativas del ciclo agrícola en curso. Esto con la finalidad de registrar a los campesinos que serán beneficiados con el correspondiente crédito anual. Considero que podríamos pasar por su comunidad en unas tres semanas más, contadas a partir de la fecha de este oficio”.

Metieron el papel en un sobre, lo rotularon y ese documento apócrifo fue a parar con el Secretario del Comité, al cual dio lectura solemne en la siguiente reunión ejidal.

Los rostros asombrados de varios asistentes denunciaban su inactividad y retraso en las labores. Algunos argumentaron diferentes razones, pero entendían que probablemente no serían suficientes para persuadir al personal que haría la revisión.

Al término de la asamblea, unos a otros acordaron ayudarse porque no todos tenían yunta, arado o carreta para ponerse al corriente con el trabajo. A partir del día siguiente la actividad se intensificó reparando los cercados, desazolvando las acequias, haciendo el volteo de la tierra y rehabilitando los accesos.

Por supuesto que no hubo supervisión alguna, pero la mayoría tuvo acceso al crédito del ciclo y algunos con muy buenas cosechas.

Desafortunadamente se ha perdido el respeto a la autoridad por diversas razones.

Algunos argumentan la falta de exigencia de los funcionarios, otros afirman que por la corrupción, la falta de rendición de cuentas, la ausencia de honestidad, la falta de liderazgo o la crisis de valores.

Y hace falta personal con solvencia moral en las comunidades, que impulse a los demás a cumplir con lo necesario para un buen desarrollo colectivo.

[email protected]




Más noticias

Huberto Meléndez Martínez
Huberto Meléndez Martínez
Huberto Meléndez Martínez
Huberto Meléndez Martínez
Huberto Meléndez Martínez
Huberto Meléndez Martínez

Contenido Patrocinado