Equivocación histórica de cúpulas opositoras

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

Los partidos opositores incurren en una equivocación lamentable al no asumir que en la vida existen intereses superiores a los propios e inmediatos, su errático comportamiento a propósito de la pandemia muestra lo lejos que estamos de una alternativa opositora, se reducen a reaccionar a cada paso del Ejecutivo, asociándose sin principios ni programas, solo … Leer más

Los partidos opositores incurren en una equivocación lamentable al no asumir que en la vida existen intereses superiores a los propios e inmediatos, su errático comportamiento a propósito de la pandemia muestra lo lejos que estamos de una alternativa opositora, se reducen a reaccionar a cada paso del Ejecutivo, asociándose sin principios ni programas, solo con base en intereses.

El general Miguel Negrete fue aguerrido militar anti-juarista que abandonó las filas conservadoras cuando sus correligionarios abrazaron el bando de los invasores franceses, poniendo su espada y su experiencia en combate al servicio de la defensa de la República, ganándose el respeto de sus contemporáneos y un sitio de honor en la historia de México.

Los gringos ocuparon Veracruz en las postrimerías del gobierno de Victoriano Huerta que ellos mismos apoyaron a tomar el poder, pensaban que los campesinos levantados en armas contra la dictadura les iban a agradecer” la ayuda”, pero pronto supieron que los mexicanos rechazaron con toda energía su presencia en México.

Es la conciencia de los intereses superiores, la esencia del sentido de pertenencia a una nación explica la conducta del general Miguel Negrete y la de los Villistas, Carrancistas y Zapatistas ante la emergencia grave.

Desde que estalló la crisis sanitaria, quedó claro el afán del gobernador de Jalisco de nacer como presidenciable, tal como lo concreta Movimiento Ciudadano al anunciarlo como su gallo para la sucesión de López Obrador en pleno drama sanitario, hizo causa común con el gobernador que le queda al PRD Silvano Aureoles y con algunos gobernadores del PAN para amagar con salirse del Pacto Fiscal y colocar al presidente de la República en el centro del desgaste.

 

Cuando el INE destrabó las cosas para que los partidos políticos transfieran parte de sus recursos a la atención de la pandemia, el único que cedió la mitad de sus prerrogativas fue Morena, el resto mostró su carencia elemental de compromiso con la gente en nombre de la que hablan y reclaman.

La propuesta para reformar el presupuesto que el presidente de la República envía a la Cámara de Diputados ha sido distorsionada groseramente. Omiten que se trata de facilitar el rápido traslado de unas partidas a otras hasta un 10% en virtud de la emergencia y que se trata de una medida exclusivamente para este año. Además de la campaña de distorsiones, esos partidos pactaron no acudir a sesión que convoque un período extraordinario de sesiones que decida al respecto.

Es evidente la pretensión de forzar al presidente a subir impuestos y contraer deuda.

Cúpulas a favor de cúpulas

Cegados por la pasión política no dimensionan que su comportamiento en esta crisis tiene el escaparate más visto de la historia y que más allá de balances oficiales y partidistas, el balance que importa se está gestando en el silencio de los hogares.

El estado de derecho es una construcción ardua en un país dónde los contrapesos al Poder Ejecutivo no son los constitucionales sino los de hecho. Los llamados poderes fácticos que resisten que se oponen a una forma de vivir en dónde la ley valga para todos quieren que los demás paguen impuestos mientras ellos resisten hacerlo, buscan que el dinero público continúe gastándose en ellos y no en los pobres.

Los que conforman los poderes fácticos comparten la misma moral hipócrita, los cárteles reparten despensas a la misma población que aterrorizan, los adinerados de cultura fáctica hablan de crear empleos al mismo tiempo que mandan su dinero a paraísos fiscales, las cúpulas opositoras lo saben.

No entendieron

La pandemia no se detiene ante pobres y ricos, analfabetos y doctorados, por eso vemos sumarse al combate a la crisis sanitaria lo mismo a grandes corporaciones que a ciudadanos con iniciativa generosa, la disciplina social es mayoritaria, pero existe una minoría que ve la tempestad y no se hinca en las esferas políticas y económicas, actúan con la impertinencia de familiares que en pleno velorio claman y reclaman por el testamento del muerto.
Los mexicanos no cabemos en un solo jarrito partidista como en Cuba o Vietnam.

Nuestra ruta es la de un régimen de partidos como vía de acceso al poder legal y legítimo, en el cual, los partidos tienen que asumir que hay un todo que los trasciende y al que se deben.

El general Miguel Negrete entendió que no eran sus odiados liberales con Juárez a la cabeza los que importaban cuando la invasión francesa, se trataba de México: eso es actuar con grandeza. Tenemos derecho y urgencia de mejores partidos y conscientes de que hay momentos de cerrar filas. Vivirán para constatar contundentemente su equivocación histórica




Más noticias


Contenido Patrocinado