Para los delincuentes regresó la vieja normalidad

Eduardo Ruiz-Healy.
Eduardo Ruiz-Healy.

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública difundió ayer las estadísticas de incidencia delincuencial para el periodo de enero a julio de este año. Los números indican que el “quédate en casa” y el cierre de las actividades económicas que las autoridades consideraron “no esenciales” sirvieron para reducir el número de delitos perpetrados, … Leer más

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública difundió ayer las estadísticas de incidencia delincuencial para el periodo de enero a julio de este año.

Los números indican que el “quédate en casa” y el cierre de las actividades económicas que las autoridades consideraron “no esenciales” sirvieron para reducir el número de delitos perpetrados, si bien no fueron muy efectivas para reducir la propagación del nuevo coronavirus.

Los delincuentes no pudieron entrar a casas para robarlas, ni pudieron asaltar a la gente en la calles, ni pudieron llevarse el efectivo de los comercios.

En suma, la sensible reducción en el número de delitos fue una consecuencia positiva de la pandemia.

Si comparamos las cifras de los primeros siete meses de este año con las del mismo lapso de 2019, la reducción es impresionante.

El total de delitos se redujo 14.2%.

El homicidio culposo bajó 10.4% y el doloso apenas 1.2%. Las lesiones dolosas disminuyeron 15.9% y las culposas 12.8%.

El secuestro cayó también en todas sus modalidades: extorsivo 37.6%, con calidad de rehén 5.9%, para causar daño 42.9%, exprés 69.5%.

El tráfico de menores se desplomó 50.0%.

También cayeron los robos: 23.4% a casa habitación, 24.6% el de coche, 16.8% el de motocicleta, 13.4% el de autopartes, 21.1% a transportista, 29.4% a transeúnte en vía pública, 25.3% en transporte público individual (taxis y similares), 44.3% en transporte público colectivo, 18.7% en transporte individual, 21.6% a negocio.

La reducción fue menos espectacular en otros rubros. Los delitos contra la libertad y la seguridad sexual disminuyeron apenas 0.5% y los delitos contra la familia 1.9%.

Sin embargo, el que la gente se quedara en sus casas probablemente propició el incremento en el número de otros delitos: el feminicidio aumentó 5.8%, el acoso sexual 35.2%, la violencia familiar 1.6%, la violencia de género en todas sus modalidades distinta a la violencia familiar 25.0%, otros delitos contra la familia 4.4%, corrupción de menores 10.9%.

Los casos de narcomenudeo se incrementaron 10.9%.

Desafortunadamente, el número de delitos perpetrados ha ido en aumento conforme se ha ido abriendo la economía.

Si comparamos las cifras de abril, cuando estaban cerradas las actividades económicas no esenciales, con las de julio, en que ya estaban casi totalmente abiertas todas las actividades, queda nuevamente en evidencia la falta de capacidad de nuestras autoridades para prevenir que actúen los delincuentes.

Ejemplos: el total de delitos aumentó 28.6%, las lesiones 15.4%, el feminicidio 2.8%, delitos contra la libertad personal 23.1%, el abuso sexual 32.7%, el acoso sexual 40.8%, el hostigamiento sexual 51.1%. Los robos totales se incrementaron 20.6%, a casa habitación 29.6%, de coche 8.9%, de motocicleta 11.6%, de autopartes 23.2%, en transporte público individual 27.5%, en transporte público colectivo 19.4%, en transporte individual 66.5%.

De junio a julio los homicidios dolosos aumentaron 4.0%.

Para los criminales, la vieja normalidad está de regreso y ahora, además de protegernos contra el coronavirus, debemos cuidarnos de ellos. Como dice un amigo: para variar, quedamos entre la espada y la pared, entre el SARS-CoV-2 y un delincuente.

Twitter: @ruizhealy




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