De inseguridad y gobiernos

Durante los últimos días se ha intensificado la percepción de actos de inseguridad y violencia en nuestro estado, ya es difícil hablar de manera objetiva de una reducción o un aumento real del nivel de violencia al que desafortunadamente nos hemos acostumbrado, durante los últimos 20 años la inseguridad, la violencia, la impunidad e injusticia … Leer más

Durante los últimos días se ha intensificado la percepción de actos de inseguridad y violencia en nuestro estado, ya es difícil hablar de manera objetiva de una reducción o un aumento real del nivel de violencia al que desafortunadamente nos hemos acostumbrado, durante los últimos 20 años la inseguridad, la violencia, la impunidad e injusticia nos ha arrebatado la tranquilidad y la paz de la que todavía muchos zacatecanos pudimos disfrutar.

Los acontecimientos atroces como el asesinato de un joven trabajador del INE o de un reconocido médico y profesor universitario motivan nuevamente la indignación, la rabia, impotencia y miedo que vivimos los zacatecanos.

Desafortunadamente en el arranque del proceso electoral el tema de la inseguridad y la violencia vuelve a ser retomado por los partidos políticos y/o por los aspirantes a algún puesto de elección como un tema de oportunismo electoral, mientras el partido gobernante en lo local llama por el apoyo y la corresponsabilidad de las autoridades federales, el partido gobernante a nivel federal se deslinda de sus atribuciones, alegando que es un tema de mera responsabilidad interna.

Mientras los políticos y gobernantes siguen sin encontrar una estrategia que haga frente de manera real y eficiente a la embestida de los grupos criminales, la sociedad sigue siendo la principal víctima de la delincuencia que simplemente no ha podido ser reducida por ningún gobierno en cualquiera de sus tres niveles. Hoy la polarización política ha evidenciado la falta de coordinación e incluso hasta la intencionalidad de señalar los problemas del bando opuesto sin ni siquiera aportar alternativas para su solución.

Cada día parece que existen más elementos de la Guardia Nacional, la Policía Estatal y las corporaciones municipales patrullando nuestras ciudades, pero a pesar de ello diariamente las notas rojas acaparan las planas de todos los periódicos locales ante una mirada de la sociedad cada vez más cansada e indiferente de nuestra triste realidad.

Las circunstancias actuales de pandemia, desempleo, crisis económica y descomposición social solo vienen a complicar el escenario y a alejar cada vez más una posible oportunidad de que las cosas cambien, de que la situación mejore y que podamos volver a disfrutar de la paz y tranquilidad.

Mientras todo esto ocurre se nos anuncia escuetamente que Zacatecas será visitada como nunca antes durante 3 días consecutivos por el Presidente de la República, en una agenda que solo contempla 5 eventos en total, de los cuales solo uno tiene relación con el tema de seguridad. Tres días de visita presidencial en 5 municipios para inaugurar solo dos espacios físicos y evaluar 3 programas sociales.

Lamentablemente queda demostrado que la obsesión electoral y que las reuniones políticas partidistas están por encima de gobernar y generar estrategias, acciones y políticas en materia de seguridad y desarrollo que impacten y cambien positivamente la realidad de nuestro país y de nuestro estado.

En los últimos días del gobierno estatal y prácticamente a la mitad del gobierno federal, a los zacatecanos nos espera nuevamente una ola de demagogia, populismo y promesas electorales en torno a la solución de la inseguridad y la violencia, sin embargo, partidos y gobernantes pasan y los mexicanos seguimos siendo azotados por la corrupción, la violencia, la impunidad, la desigualdad y la pobreza.




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Jose Luis Guardado
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