Crear para la paz

Hoy en la Opinión de Juan Carlos Ramos León.
Hoy en la Opinión de Juan Carlos Ramos León.

¡Cuánta plenitud se encuentra en el crear!.

Cosas maravillosas brotan del alma del ser humano. Es verdaderamente asombroso lo que la creatividad del hombre puede alcanzar: el arte, la cultura, el deporte, la ciencia; como una continuación del brazo creador de Dios, la proyección que una persona puede dar a su ingenio no tiene límites.

Es maravilloso leer, por ejemplo, un poema de Neruda, contemplar por horas “La Piedad” de Miguel Ángel o una obra de Van Gogh; escuchar las cuatro estaciones de Vivaldi o asistir a una representación del “Cascanueces” de Tchaikovsky con el ballet de Moscú. Sólo de mentes talentosas se extraen aquellas expresiones de la belleza que, sin duda alguna, desprenden en cada una auténticos pedazos de las almas de aquellos superdotados que las interpretan.

¡Cuánta plenitud se encuentra en el crear! Quien no es feliz, es porque no ha encontrado la oportunidad de imprimirle su propio potencial a alguna expresión artística, cultural, deportiva o científica.

Cada hombre merece la oportunidad de expresar todo aquello que se anida en lo más profundo de su alma, de manera que se traduzca en belleza apreciable por los demás y capaz de tocar sus propias almas y es responsabilidad de padres, maestros y autoridades el asegurarse de que existan los espacios y las condiciones necesarias para que esto ocurra.

Todo esto nos hace caer en la cuenta de que el hombre tiene una vocación natural hacia el crear y crear cosas buenas. Además, es una vocación a la estética, a crear y también a apreciar la belleza y la bondad.

La “producción” y el “consumo” del bien –por llamar a esto de alguna manera- son ambas actividades que nos producen paz. Paz que, al crear, desahoga todo lo que se anida en su interior y, paz que, al admirar, termina por recibir el mismo efecto. Y, si hay una condición bien apreciada en estos tiempos turbulentos que atravesamos, es, precisamente, la paz.

La paz no es algo tan difícil de conseguir. Lo difícil es hacer que se quede y permanezca. Pero lo primero es dejarla entrar, ya hemos platicado aquí de algunos tips de donde obtenerla y la mejor forma de retenerla es compartiéndola.




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