Contra el panaut y Punto Final

Pablo Torres Corpus.
Pablo Torres Corpus.

El pasado 17 de abril entró en vigor el decreto para crear el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (panaut), que obliga a usuarios de telefonía celular a entregar información personal de carácter privado a compañías telefónicas y éstas al gobierno federal. No es la primera vez que se intenta generar un padrón así, … Leer más

El pasado 17 de abril entró en vigor el decreto para crear el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (panaut), que obliga a usuarios de telefonía celular a entregar información personal de carácter privado a compañías telefónicas y éstas al gobierno federal.

No es la primera vez que se intenta generar un padrón así, en 2009 nació el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil que en apenas dos años fracasó estrepitosamente por filtraciones y errores en la captura de información.

Pero, sí es la primera vez que un registro de este tipo pretende incluir datos personales y datos biométricos como huellas digitales, reconocimiento facial y/o iris.

Aunque no se ha determinado que biométricos se solicitarán, queda abierta la posibilidad de exigir cualquier dato biométrico.

Grave es que el gobierno podrá utilizar en todo momento y discrecionalmente esos datos sin orden judicial. Peor, las filtraciones y mal uso de dichos datos son un peligro que violan flagrantemente el derecho constitucional a la protección de datos personales.

Al redactar la presente, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) determinó, por unanimidad, interponer una acción de inconstitucionalidad contra el panaut por considerar que viola derechos humanos de protección de datos personales y de acceso a la información pública. Lo celebro ampliamente.

Además del atentado a las garantías constitucionales, el panaut carece de lógica y fundamento, sus promotores dicen que es para combatir el secuestro y la extorsión telefónica.

Pero, en lugar de generar acciones concretas disuadir estos delitos o combatir a los delincuentes que son minoría, le ponen más trabas a los ciudadanos que no somos delincuentes y somos mayoría.

En lugar de poner inhibidores de señal en los penales, mejorar el tiempo de reacción, invertir en el combate frontal a los delincuentes, optan por limitar las libertades y derechos de los ciudadanos.

Punto Final

Toda prohibición genera inmediatamente un jugoso e ilegal mercado, drogas, armas, trata de personas, piratería, etcétera están prohibidas, pero no dejan de comerciarse ni consumirse, aunque a un costo mayor y con muchos más riesgos para los ciudadanos.

Los delincuentes habrán de conseguir líneas celulares sin registro, como lo hacen ahora, mientras los ciudadanos habremos de batallar más y pagar mucho más por una obsoleta burocracia.




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