Con…ciencia. Gatos momificados

En Egipto antiguo los gatos eran adorados como si se trataran de dioses por este motivo su momificación era una habitual costumbre. Es muy conocido que los antiguos egipcios momificaban a sus faraones, princesas y príncipes; de hecho, las momias más famosas del mundo son las egipcias y además muchas de ellas son las mejor … Leer más

En Egipto antiguo los gatos eran adorados como si se trataran de dioses por este motivo su momificación era una habitual costumbre.
Es muy conocido que los antiguos egipcios momificaban a sus faraones, princesas y príncipes; de hecho, las momias más famosas del mundo son las egipcias y además muchas de ellas son las mejor conservadas, sin embargo, es poco conocido que los egipcios por una razón muy peculiar también momificaban a sus gatos.
Una de las numerosas diosas para los egipcios era Bastet que simbolizaba el hogar, la belleza, la fecundidad, la luz del sol y el parto, de igual manera se consideraba que Bastet tenía gran influencia sobre la salud y podía curar cualquier enfermedad.
La figura de esta diosa se representaba con una cabeza de gato y cuerpo de mujer, además de poseer una personalidad muy voluble; según la leyenda Bastet era tranquila y dócil, pero si por algún motivo se enojaba, su ira era sin comparación con la de algún otro de sus dioses. Era obvio que se debía hacer todo lo posible por mantenerla tranquila con muchas ofrendas para no hacerla enojar. Como Bastet era mitad gato, entonces su animal preferido eran estos felinos pequeños; de manera que cuando los sacerdotes egipcios tenían temor de que Bastet estaba a punto de salirse de control y desatar su ira, algunos gatos eran momificados y entregados a esta poderosa diosa.
Para los gatos se empelaba la misma técnica de momificación de los faraones; era un proceso complejo en el que se necesitaba retirar todos los órganos internos cubrir el cuero con resina, secar los cuerpos para luego rellenarlos con arena o arcilla.
En su gran mayoría, los gatos momificados se ofrecieron a la diosa Bastet; de hecho, estos mininos nacían y crecían en templos donde se les cuidaba, alimentaba y protegía hasta que llegaba el momento de ser sacrificados y momificados para ser parte de la ofrenda. Los gatos momificados se les enterraba dentro de una ataúd o sarcófago.
Algunos egipcios poderosos solicitaban ser sepultados con sus gatos mascota. Los gatos que fueron momificados junto con sus dueños tenían sarcófagos especiales con detalles pintados con tinta negra y piezas de vidrio muy coloridas.
Así ocurrió que ningún egipcio creía que los gatos realmente morían. De acuerdo con sus creencias, la muerte significaba el comienzo de otro ciclo de vida, y al igual que los faraones, los gatos momificados vivirían en el más allá.




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